Cuando empecé a dar clases por primera vez, tenía bastante abandonada la pintura. En esa época venía de trabajar en diseño 3D y pensaba que ése iba a ser mi futuro. Así que el día que me ofrecieron dar clases de dibujo y pintura acepté no sin cierto temor de que se me hubiera olvidado todo lo que aprendí en la Facultad de Bellas Artes.
Además, enfrentarse a un grupo de alumnos así, de repente, sin experiencia, al principio impone.
De esa experiencia, que sin darme cuenta duró varios años, puedo decir que aprendí no sólo a enseñar, sino también a ver mis propios errores como artista, porque se los veía cometer a mis propios alumnos, y los cometí yo también cuando estaba aprendiendo. Es difícil ver los errores propios, es más fácil ver los de los demás.
Es por eso que no siempre es bueno encerrarse en la habitación a trabajar. He tenido alumnos que llevaban años pintando sin ayuda de nadie. Ellos mismos se presentan como autodidactas y se muestran orgullosos de su trabajo.
En todos los años de encerrarse en uno mismo para pintar, se adquieren unos hábitos nada buenos para la progresión creativa. Son personas que han entrado en su zona de confort, y acaban dominando una serie de técnicas con las que consiguen, según ellos, muy buenos resultados, de los que se sienten profundamente satisfechos. Pero a menudo no es así.
¿Cuál es el mejor camino para ser un artista?
No es ese el mejor camino para llegar a ser un artista. Es necesario dejarse guiar por alguien que también ha pasado por ese proceso, que conoce los caminos a seguir y te ayuda a no cometer errores en tu proceso de aprendizaje.
También ayuda y mucho salir a ver exposiciones, ver lo que hacen tus compañeros, probar nuevas técnicas.
Para aprender a dibujar, es muy importante empezar con técnicas de dibujo que te permitan valorar luces y sombras de forma sencilla y rápida como el carboncillo, porque además puedes poner y quitar con facilidad. El grafito en cambio es una técnica que se presta más a hacer dibujo de línea, valorando el trazo. Al menos para empezar.
En cuanto a las técnicas de pintura, yo recomiendo empezar por el acrílico, porque te fuerza a trabajar rápido. Es una técnica muy inmediata, no huele, se lava con agua y los errores los puedes tapar en una misma sesión porque seca rápido. Yo aconsejo empezar por tomar clases de pintura acrílica antes que por el óleo porque ésta requiere el uso de disolventes, tarda en secar varios días y se presta más a trabajos de varias sesiones.
No te puedes enredar pintando detalles al principio, lo importante es la observación y la capacidad de síntesis. Aprender eso es ganar gran parte de la batalla. Lo demás viene sólo.