¿Mamá, por qué no comprendo lo que leo? Ya lo leí tres veces pero no lo entiendo. Esta es una cuestión que a menudo los padres observamos en nuestros hijos. En ese instante, al ver las pocas hojas de la lectura se nos vienen ideas como culpar al docente incluso culpar a nuestro hijo o hija por no comprender, después de darle muchas vueltas a la interrogante decidimos comprarle más libros. ¿Eso resuelve realmente lo que en realidad nos preocupa?
¿Por qué es difícil comprender? Veamos algunos motivos, por ejemplo, podría ser debido a falta de hábito, es decir , el estudiante se aburre al minuto de lectura cuando debería leer al menos 10 minutos para darse una mejor idea del contenido y si no le gusta dejarlo, siempre y cuando la lectura no se incluya como parte de las actividades académicas. Otro motivo es el desconocimiento de vocabulario. También influye el lugar, ya que es conveniente leer en un lugar sin fuertes distracciones, o sea, iluminación natural, música a bajo volumen (es opcional) y se está empezando con el hábito de leer hacerlo en un escritorio (silla y mesa), por favor no en la cama. Otro motivo, distraerse con facilidad porque se le cruzan muchas otras ideas por la mente. Por último, no ver libros en casa o lo contrario tener libros que el estudiante ni siquiera estaba interesado porque no los escogió (darse tiempo para visitar bibliotecas o librerías). Esto permite adentrarse a un sin número de descubrimientos.
Los libros no son la única opción en estos tiempos de internet pero sí la mejor, ya que en la actualidad pueden verse videos muy educativos e interesantes y así desarrollar comprensión. Esto con ayuda de un adulto para extraer ideas del texto físico, digital (lectura en un celular o laptop) o audiovisual para resumir, conversarlo y debatirlo.
Asimismo, la falta de un ambiente lector, porque si el estudiante no ve que mamá o papá o algún familiar se da tiempo para leer o leerle, no lo va a hacer. Se aprende, muchas veces, copiando lo que vemos.