13 cosas que puede que estés haciendo mal cuando estudias

Cada curso el mismo propósito: estudiar desde el primer día. Claro que luego, por unas cosas o por otras, este propósito se termina diluyendo y lo más frecuente es terminar cerca de la época de exámenes haciendo un sprint de estudio. ¿Te suena?

Estudiar no es una carrera de velocidad, sino una maratón en la que hay que planificar muy bien cada paso para obtener los mejores resultados al final. Si no te planteas el estudio como un proceso a largo plazo y lo dejas todo para el último minuto, tendrás que consumir mucha energía al final para aprobar. Esta es solo una de las 13 cosas que podrías estar haciendo mal cuando estudias, a continuación vamos a desvelar las demás, quizás entre ellas descubras cómo mejorar tu forma de estudiar…

13 cosas que puede que estés haciendo mal cuando estudias

No haber dormido lo suficiente

Cuando estudias estás pidiendo al cerebro que haga un importante esfuerzo para comprender y memorizar, pero le costará muchísimo más si no ha tenido tiempo suficiente para descansar. Además, parte del proceso de memorización se produce durante el sueño, así que si no se duerme lo suficiente se está exigiendo mucho al cerebro.

No haberte alimentado de forma adecuada

Si dormir es importante para el descanso y la memorización, una alimentación sana, rica y variada es la que proporcionará la energía que el cerebro necesita para hacer su trabajo. No hay que olvidar que estudiar “bien” requiere de requiere de esfuerzo y puede ser agotador, así que hay que asegurarse de tener las pilas cargadas.

No tener un horario de estudio

El horario de estudio es la mejor forma de organizar el tiempo disponible y de aprovecharlo de forma efectiva. Una buena organización de las horas es mucho más eficaz que un montón de horas estudiando sin más ni más. Si además de no tener un horario de estudio, no aprovechas tus momentos de máxima concentración el error es doble, porque estarás perdiendo mucho valioso tiempo.

No planificar las pausas de estudio

Cuando te planteas no levantarte de la silla hasta que es aprenda lo que sea que tengas que aprender, te estás invitando a consultar cada dos por tres el reloj, a levantarte y a cansarte estudiando, y lo que es peor de todo, ¡a conseguir que la jornada de estudio se haga larguísima! Las pequeñas pausas, aunque sean para estirar las piernas con un paseo por la habitación, ayudan a concentrarse.

No marcarte metas realistas

Estas mismas pausas también pueden ayudar a marcarse pequeñas metas de estudio, eso sí, no se trata solo de marcarse metas y objetivos sin más, sino de hacerlo de forma realista teniendo en cuenta el tiempo disponibles, los temarios y su dificultad o el propio nivel.

No contar con una zona de estudio espaciosa

Para estudiar bien hay que utilizar libros, apuntes, cuadernos y hojas en blanco, demasiadas cosas como para no tener espacio suficiente para tenerlo todo a mano. Una mesa de estudio amplia ayuda a organizar de forma adecuada el material.

No tener lápiz y papel a mano

Estudiar no es solo cuestión de leer y memorizar. Escribir conceptos importantes, hacer esquemas, crear apuntes o realizar ejercicios prácticos son algunas formas de aprender que hacen que el estudio sea más ameno. Así que si no tienes lápiz y papel en la mesa de estudio, estás desaprovechando una sencilla forma de hacer del estudio algo más entretenido.

No llevar los apuntes al día

Que sí, que te da pereza pasar los apuntes a limpio cada día. Pero haciéndolo estarías repasando a diario lo que has aprendido en clase y, además, estarías quitándote valioso tiempo de estudio cuando los exámenes se acerquen y tengas que pasar los apuntes a limpio y, además, aprendértelo todo.

No tener apuntes propios

Aunque puede que a ti eso de pasar los apuntes a limpio no te preocupes porque sabes que habrá alguien que te los pasará justo antes de ponerte a estudiar. ¡Error! Los apuntes son material de estudio personalizado y que atiende a la forma de estudiar ya la forma de ser de cada persona (por no hablar del tema de la caligrafía), así que si no tienes apuntes propios, evita estudiar directamente de los de otra persona, porque es bastante probable que no te enteres de nada…

No utilizar técnicas de estudio y memorización

Quizás pienses que son una pérdida de tiempo o que aprenderlas quita más tiempo del que luego se ahorra con ellas, pero en realidad el uso de las técnicas de estudio y memorización es excelente para aprovechar el tiempo y conseguir mejorar la calidad del estudio sin invertir más horas.

No alejarte de todas las distracciones posibles

Pero todo el esfuerzo que supone sentarse frente a la mesa de estudio, tener todos los apuntes actualizados, papel y lápiz, y un horario de estudio con pausas sirve de poco si la causa de las distracciones constantes está cerca… Para evitar tentaciones será mejor que dispositivos con los que acceder a redes sociales o mensajería instantánea estén lejos, así como dispositivos de juegos y, en general, cualquier cosa que reduzca la capacidad de concentrarse en el estudio.

Estudiar solo “para aprobar”

Estudiar para aprobar con la mínima nota puede llevarte a tu objetivo, o no. Cuando el objetivo es estudiar simplemente para pasar el examen, puedes llevarte la sorpresa de que un pequeño error o la falta de una buena base den al traste con tu objetivo y, en definitiva, que todo el esfuerzo no sirva para nada, porque hay que repetir el examen. Si además de estudiar solo para aprobar, se comente alguno más de los errores anteriores, las posibilidades del éxito se reducirán de forma notable, así que mejor no arriesgarse y estudiar para obtener la mejor nota posible.

¿Cuántas de estas cosas estás haciendo mal cuándo estudias? No te preocupes si son muchas porque ahora que las conoces puedes evitarlas y aumentar las posibilidades de éxito cuando estudias.