Yo pienso que en todo lo que hacemos, nos estamos educando.
Que sea con los amigos, con la familia, en el gimnasio o andando por la calle, todo lo que vemos, los desafios de la vida son medidas de educación y formación que no podemos conseguir en los colegios, centros educativos o universidades.
En lo que he aprendido ya y sigo aprendiendo, cuenta más la educación extra-escolar que he recibido. Desde mi edad de niño, mis padres me decían: "Cada vez que te toca una experiencia, no enfades si sale mal. Si no sale como lo habias pensado, hay que mirar el lado bueno de las cosas". Siempre en lo que vemos mal hay algo de positivo: el aprendizaje. Sobre todo, si nos hemos enterado, son las malas experiencias que nos enseña mucho. De ellas aprendemos mucho de las que salen bien. Por ejemplo, se dice que aprendemos de nuestros erores, igual hay que aprender de sus erores para seguir adelante.
Si miramos un poco atràs, veremos que las cosas no han salido bien el los últimos años de nuestra vida, que sea en el ámbito profesional, familiar, o ni siquiera en nuestras relaciones con amigos. Nos parece siempre que la sociedad a sido muy injusta. Hemos perdido el trabajo, o el sueldo a bajado. A todos estos retos nos hemos enfrentado pero seguimos avanzando sin parar. Seguimos creciendo y sobre todo en conocimientos en experiencia. Acumulamos informaciones que se devuelven cada día en recursos que nos ayuden a responder cada vez mejor a los nuevos desafios que nos llegan por todos los lados. Así nos enteramos que hemos aprendido. Que hemos hecho largos estudios o no. la educación, la verdadera educación está en nuestra vida del día a día.