En la actualidad podemos considerar que la batería es uno de los instrumentos que más llaman la atención en un concierto. Todos nos hemos fijado en bateristas que las destrozan a base de golpes o en otros que parece que estén sepultados detrás de miles de tambores y platos.
Hay muchos momentos en la historia que quedarán para el recuerdo. Quién no conoce el famoso directo de París de Phill Collins en el que se pone a cantar la mítica "In The Air Tonight" tocando la batería a la vez, o la espectacular escena de Keith Moon en la que hace explotar una batería en vivo en un show televisivo americano.
Pero ¿por qué llama tanto la atención? ¿Qué hace que la batería sea tan llamativa?
Con la experiencia de los años, tanto haciendo conciertos como impartiendo como profesor de batería, me he dado cuenta que si algo tenemos los bateristas es dirección y liderazgo. Intentaré explicarlo.
Más allá de la energía que transmitimos y de la pasión por el instrumento, los bateristas somos la base de cualquier banda o proyecto. Sin nosotros la banda no funciona, el proyecto no camina. Haciendo una metáfora con el mundo de la pintura, podríamos decir que los bateristas somos el cabellete que sujeta el cuadro, si nos rompemos toda la pintura cae al suelo y se rompe. De ahí nuestra importancia.
Es por ello que la batería es especial. No es el típico instrumento que te trae Papa Noél en Navidades o que puedes tocar en cualquier parque. Los bateristas tenemos un gran compromiso con nuestro instrumento porqué no es fàcil ni de mover ni de practicar.
En fases iniciales nos llamará la atención por su voluminosidad y por su impacto, pero con los años y el compromiso nos educará y enseñará a convertirnos en auténticos líderes que transmitirán esfuerzo, dedicación, pasión y trabajo duro.