Una gran salida profesional para todos los músicos es la carrera docente. En concreto ser profesor de piano es una gran idea ya que son clases muy demandadas. Quizás uno de los tipos de clases particulares más antiguas.
Empieza a dar clases de piano ahora
Desde hace siglos que las clases altas contratan clases de piano para sus hijos porque era símbolo de estatus y poder. Hoy en día esto ha cambiado y aprender piano está a la altura de todo el mundo, por lo tanto trabajar de profesor de piano es tener muchas más salidas profesionales.
¿Qué necesito estudiar para ser profesor de piano?
Depende de donde quieras trabajar. Para ser profesor particular de piano no hace falta tener ningún estudio reglado. Solo hay que tener amplios conocimientos del instrumento y saber transmitirlos.
De la misma forma para trabajar en una academia privada o para dar clases extraescolares. Por otra parte si quieres ser profesor de conservatorio tendrás que tener estudios superiores de piano y presentarte a unas oposiciones.
Empieza a dar clases particulares
Pero todos ellos tienen características comunes, para algunas de ellas hace falta estudiar y para otras simplemente hace falta trabajarlas contigo mismo:
- Vocación: disfruta de ver tocando a otras personas, de ver cómo mejora y que incluso son mejores que tú. Esto es una vocación más distinta a la de ser músico. Son cosas que no tienen nada que ver. Y si una persona no tiene vocación es imposible que sea profesor. Es una profesión que demanda mucha energía como para hacerla sin ganas.
- Formación: un profesor debe tener estudios muy amplios del piano y de la música. Conocimientos que van mucho más allá de cómo tocar el piano. Debes tener idea de solfeo y sobre todo aprender a responder todas las preguntas que se pueda hacer el alumno o por lo menos saber donde encontrar las respuestas.
- Experiencia: no hace falta tener grandes estudios para ser profesor de piano. La experiencia es algo que solo se consigue dando clases y enseñando a tocar el instrumento. Los estudios pueden darte grandes conocimientos pero si no aprendes a transmitirlo no sirven de nada.
- Saber observar: tienes que conocer lo que le hace falta al alumno. Cuando conoces al alumno tienes que saber qué método le conviene mejor para aprender y crear un plan de acción que se adecúe a lo que el alumno quiere y debe aprender.
- Organizar: crear un plan de enseñanza que sea eficaz y adaptado al alumno. Debes tener tiempo para conocer todos los caminos. Para explorar todas aquellas formas de enseñar posibles. Tienes que crear planes con objetivos cumplibles y llevarlo a la práctica.
- Innova: ten siempre la mente abierta y en búsqueda de nuevos métodos didácticos. Las clases particulares son un lugar perfecto para experimentar con la educación. Puedes tener tiempo para ciertas cosas
- Especialízate: hay cientos de profesores de piano y cerca de ti seguro que hay muchos como tú. Lo mejor que puedes hacer es ser el mejor en algo. En clases de piano para niños, en clases para adultos, en clases de piano para principiantes… Busca un nicho de mercado y explotarlo al máximo.
- Empatía: los tiempos en los que el profesor estaba subido en un pedestal y el alumno tenía que obedecer se han acabado. Está demostrado que tender la mano e intentar estrechar el vínculo con el alumno funciona mucho mejor que mostrarse como una figura de autoridad intocable.
- Hazlo divertido: el humor es una gran técnica para enseñar. Si el alumno se lo pasa bien aprenderá con mucha más facilidad y si tú te diviertes estarás mucho más motivado para seguir enseñando.
- Trabaja la técnica: hay profesores que piensan que la forma de tocar el piano, las posturas, la forma en la que pulsamos las teclas, cómo ponemos las manos… son cosas que se aprenden con la experiencia y no es así. Debes estudiar técnicas para tocar el piano y llevarlas a tus clases.
- Haz autocrítica: obsérvate a ti mismo y pide la opinión real de los alumnos. Un buen profesor tiene que saber a identificar cuando comete errores. No te creas que naciste sabiéndolo todo o porque tengas mucho talento no significa que seas buen profesor. Todo se puede mejorar y todo se puede pulir.
La única y verdadera forma de ser profesor de piano es empezar a dar clases. Hay que tenerlo claro y hacer el camino andando. Si crees que puedes hacerlo lo mejor es experimentar.
Empieza cuanto antes y no lo hagas por retos demasiado grandes, imparte clases con alumnos con los que puedas equivocarte y se siempre lo suficientemente humilde como para rectificar. Con esta actitud en poco tiempo llegarás a ser un gran profesor.