Las matemáticas están presente en todos los cursos de la ESO y Bachillerato en España, por lo que una mala asimilación en un curso, repercute en la adquisición de conocimientos en el año siguiente.
Además, los contenidos en los diferentes cursos son muy académicos. Una simple comparación de los contenidos en el Bachillerato español, con los de otros países de nuestro entorno, nos hace ver que nuestro nivel de contenidos es más alto.
Un ejemplo claro lo tenemos en los contenidos de las matemáticas II de 2º Bachillerato de Ciencias y Tecnología, en el que uno de los bloques es Geometría Analítica en el espacio; Ningún país de nuestro entorno la dan, reservándola para estudios universitarios.
La enseñanza en España se estructura por cursos, con grupos de alumnos de diferentes conocimientos y niveles; la desviación típica es muy alta, y esto hace que sea difícil el aprendizaje. No se dividen los cursos en grupos de diferentes niveles de conocimientos; están todos mezclados, alumnos con notas altas y bajas.
El profesor intentará dar el programa establecido y a nivel medio; los alumnos con buenos conocimientos empezarán a "aburrirse" y los de nivel bajo no entenderán nada; y esto causa mucha desesperanza en el profesorado y rechazo a la asignatura, por parte de los alumnos.
Un símil que clarifica esto es la enseñanza de un idioma. imaginemos que nos matriculamos en una academia o Centro de idioma reglado. Lo primero que harán, prescindiendo de la edad del alumno, es una prueba para ver los conocimientos que tienes, y ponerte en el grupo de tu nivel.
Todo esto hace que muchos alumnos opten por tener profesores particulares de apoyo en matemáticas, que verán las lagunas que tiene el alumno de cursos anteriores, y planifique la forma de enseñar, adaptada al nivel de conocimientos del alumno, y con referencia al programa de su curso. Las matemáticas son la asignatura que más demanda tiene de clases particulares.