QUIZ: ¿Qué tipo de profesor particular eres?

Seguro que llevas toda tu vida y toda tu carrera huyendo de las etiquetas y haces bien. Que no te encasillen o estás perdido, pero por mucho que lo intentes es difícil conseguirlo. Lamentablemente a todos nos ponen etiquetas y todos ponemos una.

La biología y la psicología tienen la explicación. La mayoría de las veces, la realidad es tan compleja y tan abrumadora que para no marearnos ante la avalancha de conocimientos tenemos que simplificarlo todo y ponerle un nombre.

El problema, y un profesor sabe bien de eso, es reducirlo todo demasiado. Esconder toda la realidad detrás de una etiqueta hace que simplifiquemos en exceso y se comentan injusticias. Y este es el día a día de una clase.

Quizás luchar radicalmente contra las etiquetas sea imposible, así que quizás lo que podemos hacer sea aprender a no usarlas de forma discriminatoria y saber que son simplemente etiquetas y que detrás hay una realidad que hay que intentar conocer.

Existen muchos tipos de profesores e intentar averiguar qué tipo de profesor eres puede ser algo divertido. Algo que incluso puedes usar con tus alumnos para ver cómo te ven y enseñarles que a pesar eso hay mucho más de ti.

Ve apuntando los puntos que sacas con cada pregunta y descúbrelo al final de este test.

¿Qué es lo que más valoras en tus clases?

  • La tranquilidad. No hay nada más placentero que un niño quietecito y dispuesto a aprender.(1 punto)
  • La creatividad. Cada clase es una fiesta de la que salen ideas locas que les ayudan a aprender. (2 puntos)
  • Improvisar. No se le puede echar gasolina al fuero ni avivar las llamas con agua. A cada uno lo que necesite. (3 puntos)

Las preguntas en clase:

  • Son importantes pero hay que controlarlas. La mente de los más pequeños es tan inquieta que no podemos perder el foco. (1 punto)
  • Son incluso más importante que las propias lecciones. Que pregunten todo lo que quieran. (2 puntos)
  • Depende del tema y la asignatura se deben controlar más o menos. (3 puntos)

Los deberes:

  • La disciplina y el trabajo autónomo son importantes. Siempre hemos tenido deberes y siempre ha funcionado. (1 punto)
  • Jugar son los mejores deberes que pueden tener. No hay que sobrecargar a los niños. (2 puntos)
  • Solo a veces son importantes. Si el tema lo requiere. (3 puntos)

Tu alumno te mira, pero notas en el fondo de sus ojos ese color que delata una mente en blanco. Escucha el sonido, vé tus labios moverse, pero no se está enterando de nada:

  • No puede ser que no se tome la clase en serio. Para un par de horas que vas, tienes poner más atención. (1 punto)
  • Está claro que ni te escucha ni te va a escuchar. Así que conviertes la clase en un diálogo a pesar de que haya cosas que deberías explicar que hoy no vas a poder hacer. (2 puntos)
  • Intentas captar su atención de alguna manera, pero no sacrificas el temario de la clase. (3 puntos)

¿Les haces exámenes?

  • Sí, es importante que practiquen trabajar bajo presión. (1 punto)
  • No, ya tienen demasiada presión en clase. (2 puntos)
  • Solo si el tema lo requiere. (3 puntos)

Más de un mes preparando un examen muy importante y no ha sacado ni un 3 ¿y ahora qué?:

  • Trabajáis de forma más intensa. Ante los malos resultados hay que apretar. (1 punto)
  • Habláis sobre lo que ha pasado y si hace falta trabajáis de forma más distendida para relajar la tensión. (2 puntos)
  • Depende del motivo del suspenso lo resuelves de forma estricta o más compasiva. (3 puntos)

¿Cómo te enfrentas a las clases?

  • Hay que ceñirse al temario que para eso está. (1 punto)
  • El temario es importante pero más importante es saber las inquietudes del alumno. (2 puntos)
  • Según cómo sea el alumno hay que ser más estricto o menos. (3 puntos)

Los padres:

  • En algunas ocasiones se pasan de la raya. Aunque es importante hablar con ellos, muchas veces si les das la mano te cogen el brazo. (1 punto)
  • Mejor de amigos que de enemigos. Te sientas con ellos las horas que haga falta incluso no las cobras e intentas formar un equipo. (2 puntos)
  • Si se muestran cooperantes les extiendes la mano, si no, interaccionas con ellos lo justo. (3 puntos)

Atender al alumno fuera de clases:

  • Tus horas de clase son tus horas de clase. El alumno tiene que aprender a aprovecharlas y tú tienes que aprender a descansar los domingos (1 punto)
  • Estás siempre disponible porque cada momento cuenta para llegar al éxito. (2 puntos)
  • Solo lo atiendes si es algo urgente. (3 puntos)

Está claro que eres un claro referente para tu alumno. A parte de las cosas de clase te pregunta por dudas de otras materias o de la vida en general:

  • Con tacto le explicas que no es momento de hablar de otras cosas que no sea la clase. (1 punto)
  • Le sigues el juego, pero intentas reconducir la conversación hacia algo interesante y poco a poco hacia el tema. Así aprenderá de forma más fácil. (2 puntos)
  • Habláis un poco pero luego volvéis al tema de la clase sin perder mucho el tiempo. (3 puntos)

Entre 10 y 15 puntos. El profesor duro: Existen límites entre profesor y alumno y tú los conoces muy bien. La educación funciona porque hay una figura de autoridad, no eres su amigo y no jugáis a videojuegos juntos. Has venido a enseñar algo y no te vas a ir hasta que lo consigas. Esa es la mejor forma que tienes para demostrar el cariño que le tienes a tu profesión y tus alumnos.

Entre 16 y 22 puntos. El profesor alternativo: La clase se te queda pequeña y la mayoría de las cosas parecen estar obsoletas. No puedes con la gente que sigue viendo la educación como hace 50 años. Tú has nacido para ser profesor porque te gusta escuchar a tus alumnos y de tanto escuchar hay veces que no avanzas, pero quién quiere avanzar en un temario encorsetado cuando podemos avanzar de otras formas.

Entre 23 y 30 puntos. El profesor pragmático: Tienes ya muchas batallas en tu cuerpo y sabes que ceñirse a una idea lo único que te va a llevar es al fracaso absoluto. Cada alumno, cada materia y cada clase tiene su ciencia y tú eres un buen científico.

Y ahora tienes que saber que no tienes que tomarte los resultados de este test en serio. Porque no debes generalizar ni poner etiquetas, pero puede ser divertido simularlo. Lo que realmente es importante es cómo te sientes como profesor, no lo que digan de tí.

Aunque siempre conviene hablar con tus alumnos de estos temas, conoce su opinión sobre ti y sobre otros profesores así sabrás como funciona su mente y eso es el primer paso para cambiarlas o enseñarles.

¡Seas el profesor que seas, en Tusclasesparticulares serás siempre bienvenido!

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