La idea de este ensayo surge debido al cruce de dos materias que seducen mi interés por completo: por un lado la Pedagogía teatral y por otro la denominada Cultura de la Información. Siendo esta última en la que, nos guste o no, estamos inmersos y por lo cual debemos saber cómo usar las tecnologías para poder realizarnos en diferentes ámbitos de la vida de una forma completa y actualizada, sobre todo actualizada.
Conforme reviso material al respecto en ambos temas, voy descubriendo como las ideas de aprendizaje, creatividad y excelencia se tratan paralelamente. Es por ello que se me ocurrió mezclar lo artístico con lo tecnológico, pues creo firmemente que ambos pueden ayudarse y no deben excluirse.
Entrando en materia, Internet representa el gran fenómeno comunicativo del siglo XXI, fenómeno que se encargó de dividir a la humanidad en antes y después, esto nos conduce a una dualidad, a poder detectar el contraste entre el escritor de pluma y papel, y el de teclado. Así, nos vemos inmersos en un mundo donde el desarrollo cultural, económico y social depende directamente del manejo de las tecnologías; para contrarrestar esto, la UNESCO propuso la invitación a la reflexión acerca de los retos sociales, éticos y culturales que se planteaba una sociedad de la información, así como también pedía un continuo proceso de educación acerca del conocimiento para el manejo de la información.
El conflicto aparece cuando la sociedad de la información llega a países que no están preparados para ella, países en vías de desarrollo. Esta mezcla provoca sociedades con nuevas generaciones que se han saltado etapas de desarrollo cultural y tecnológico. Tenemos como resultado niños y jóvenes que no encuentran necesaria la excelencia en sus actividades y tampoco sienten estimulada su creatividad, ya que con las tecnologías todo es más “sencillo” y rápido, por eso es vital hacer entender que no sólo es importante tener la información, sino saberla utilizar y volverla conocimiento.
Existe un enorme rezago en contenidos y acceso a los contenidos de la tecnología digital. El analfabetismo digital en este terreno es muy fuerte y no se resuelve sólo con proyectos aislados y pasajeros o efímeros como "libros de texto electrónicos" o una red de computadoras en todas las escuelas, sino con la posibilidad de generar auténtico conocimiento y saber social y ciudadano. La cuestión radica en saber ¿cómo generar este auténtico saber social?, ¿cómo introducir el hábito de la búsqueda de la excelencia en la generaciones jóvenes?, ¿cómo lograr que dejen la costumbre del mínimo esfuerzo?
La respuesta: Educación, igualmente en la casa que en la escuela y es en las instituciones educativas donde, considero, existe una gran posibilidad de aprovechar las peculiares características del arte teatral. En concreto hablo de su condición lúdica, a la adquisición de conocimientos en la práctica, del fomento del uso de la creatividad y de su requerimiento de disciplina, del esfuerzo para lograr lo excelente.
“La escuela” hoy, se enfrenta a la educación multimedia, entendiendo como educación multimedia aquella que da un uso de las nuevas tecnologías a los alumnos que les permite: Conseguir las destrezas y actitudes necesarias para comunicarse (interpretar y producir mensajes) utilizando distintos lenguajes y medios, y desarrollar su autonomía, un pensamiento crítico que los capacite para desarrollar una adecuada toma de decisiones que lleve a construir una sociedad justa e intercultural donde se conviva con las innovaciones que vayan apareciendo.
El teatro al servicio de la pedagogía, al servicio del aprendizaje escolar en esta educación multimedia podría considerarse hasta cierto punto incompatible, pero, he querido intentar “conectar” los puntos en los que me parece que coinciden para que los estudiantes puedan sensibilizarse con respecto a su condición de seres creativos ante el empleo de las herramientas tecnológicas que existen.
La enseñanza según Bloom tiene sus objetivos divididos en dos campos, el cognoscitivo y el afectivo; he decidido enfocarme en el segundo campo ya que intento encontrar el lado afectivo de la pedagogía y la tecnología. Sólo para mencionar y no descuidar el campo cognoscitivo transcribo a continuación sus niveles: Conocimientos, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.
En el campo afectivo, de lo que se trata es de enraizar un valor en la persona, de tomar conciencia, una buena disposición para recibir un estímulo y una atención selectiva; todo esto corresponde al primer nivel de lo afectivo en la enseñanza, y Bloom lo llama Recepción.
En la atención selectiva, descubro una de las principales herramientas aplicada en el teatro y de la que se puede hacer uso: La observación; por medio de ella podemos descubrir actitudes, reacciones, acciones y de todas éstas tomar conciencia para poder emplearlas en el momento requerido. Una de las indicaciones que siempre hay que tener claras en el teatro es la de siempre estar dispuesto a recibir cualquier estímulo, de esto es que surge la acción, y el teatro es acción.
El segundo nivel es el que lleva el nombre de Respuesta en el que se busca una buena disposición para responder a la recepción. En el teatro, a toda acción corresponde una reacción, principio básico para que se construya el juego, la ficción.
El tercer nivel es la Valorización, en este nivel se acepta un valor, se obtiene la preferencia por este valor y por ello se consigue su realización. En general este punto habla acerca de la seguridad que una persona puede adquirir de una manera interiorizada y consciente acerca de una idea. Una de las principales características que se pueden observar en las personas que practican Teatro, es que trabajan para tener verdad en sí mismas, logran sentir seguridad en lo que hacen, es decir, confían. Con el teatro se madura, debido a que se enfrentan barreras personales y trabajas para superarlas y así ser mejor ejecutante.
El cuarto nivel es la Organización, en el se trata de conceptualizar un valor y organizar un sistema de valores, en otras palabras, se busca generar en los individuos la búsqueda rápida y espontánea de argumentos para poder tener una posición ante los diversos sucesos de la vida. Otra herramienta o mecanismo teatral que es muy productivo para estimular la creatividad, es la improvisación; para realizar improvisaciones, se requiere de espontaneidad, agilidad mental e imaginativa para así mostrar una situación y una postura ante esa situación.
El quinto y último nivel del campo afectivo de la enseñanza, según Bloom, es la Caracterización por un valor o complejo de valores, con la cual se busca la disposición generalizada y, evidentemente, la caracterización; la realización de esta última categoría de objetivos presupone la existencia de un sistema de valores interiorizado de manera consciente y estable.
Este nivel se manifiesta en el comportamiento a través de la disposición de actuar de una forma coherente frente a un complejo de situaciones, también busca poder observar el trabajo de los demás de una manera simple y objetiva, dentro de lo posible, y por última se busca generar un estado frecuente de alerta.
En el teatro como ya he mencionado es muy importante la observación, tanto en el ambiente que nos rodea como en el ambiente de trabajo; ya que es por medio de la observación que podemos descubrir diversas reacciones ante múltiples situaciones, tanto de nosotros mismos como de los demás, por eso es importante tratar de observar a los compañeros de trabajo de una manera simple y objetiva; por otra parte el estado de alerta es igualmente importante en el escenario tanto en una situación de improviso como en una de ensayo. El Teatro es un fenómeno vivo y presente, nada se tiene asegurado, con lo que también se adquiere el estado de frecuente alerta.
En cuanto a las funciones del teatro, de una manera muy general, puedo escribir que siempre se busca generar un mensaje, producirlo y enviarlo, es decir, transmite información. En la sociedad de la información se busca formar personas capaces de crear conocimiento con base en la información que obtienen y que después de esto sean capaces de transmitirla. Este es otro factor que encuentro compatible entre el teatro y las tecnologías.
En el teatro, una de las cosas más importantes que se persigue es el estímulo de la creatividad de la personas, pues es la base de la magia que este arte consigue proyectar. La sociedad de la información necesita individuos capaces de usar creativamente la información ya que es más importante la manera en que se comunican las cosas, que lo que se comunica en sí.
La creatividad es uno de los estándares necesarios para que el desarrollo de la sociedad de la información se de plenamente y se pueda aspirar a la sociedad del conocimiento (Ostróvskaya, Yulia Estándares para el desarrollo de la cultura de la información. Universidad de las Américas-Puebla. 25 de enero de 2005), pues de nada sirve un cúmulo de información enorme si su manejo no es creativo y útil.
Tenemos que resulta realmente importante en este ambiente lleno de tecnologías despertar la creatividad en todos y cada uno de los individuos y además que esta creatividad se trabaje junto con la búsqueda de la excelencia; y todo esto desde luego lo envuelve la educación, la cual resulta ser base de muchos fenómenos importantes en nuestra sociedad.
Por ello la educación también necesita actualizarse y cumplir con las exigencias del entorno social y se me ocurre que una manera muy atractiva de actualizar la educación es por medio del Arte Teatral, es decir, implementar una nueva estrategia en los programas de estudio.
Así me doy cuenta que lo realmente importante es el ser humano y sus creaciones y no como, aparentemente, sucede hoy en día, pues son las tecnologías; es decir, las creaciones las que dominan el quehacer diario porque nos hemos vuelto dependientes de los inventos para hacer la vida más “sencilla”, diría yo superflua.
En síntesis, tenemos que a partir de la cultura, específicamente en las manifestaciones artísticas, podemos encontrar distintas maneras de cómo incrementar en los seres humanos el aprovechamiento de las tecnologías y desde luego de la información.
En consecuencia habrá más cúmulo de conocimientos, podremos hablar de sabiduría y entonces se podrá estar en un completo equilibrio en la sociedad de la información, de una manera tecnológica, cultural y ética; y después de esto se aspirará a una sociedad del conocimiento y con lo que se refiere a nuestro país se podrá pensar que formamos parte de la globalización de una manera completa y sin mediocridades.
BIBLIOGRAFÍA
· Gutiérrez Martín, A. Comprometer al profesareado, en cuadernos de pedagogía, No. 241: 1995.
· Peña, R. La educación en Internet. Inforbooks. Barcelona: 1997.
· Rodríguez Neira, T., Peña Clavo, J.V. Y Álvarez Pérez, L. (1997): Nuevas tecnologías. Nueva civilización. Nuevas prácticas educativas y escolares.
· Ostróvskaya, Yulia. (2005): Estándares para el desarrollo de la cultura de la información