Las clases particulares son una buena salida profesional para aquellas personas que son expertos en algo y quieren ayudar a los demás. Pero algunos llegan a la primera clase sin tener mucha idea de planificar una clase particular.
Los profesores particulares que no han estudiado nada de magisterio van aprendiendo por la experiencia. Esto significa equivocarse algunas veces antes de dar con el método adecuado.
Por eso queremos contar brevemente todo lo que debes saber antes de esa primera clase. Después tendrás que ir profundizando, estas son solo las generalidades que garantizan el éxito en una clase.
Hay tres valores que un profesor particular debe trabajar desde el primer día y darán resultados tanto a corto como a largo plazo:
- Preparación de contenido: es muy importante tener todo el contenido listo para antes de cualquier clase. No solo tener el material preparado, también saber de qué vamos a hablar en cada sesión.
- Conexión con el alumno: una cosa muy productiva es aprender a entender a los alumnos, a escucharlos y a empatizar con ellos. Esto es algo que podemos poner en práctica desde el primer día y nos dará grandes resultados.
- Trabajo: sobre todo enfocado a los cambios en clase. Si algo de lo que habíamos preparado no funciona debemos ser capaces de volvernos a sentar y volver a preparar una clase cambiando lo que no funciona.
Cómo preparar una clase particular, cómo planificar cada sesión es algo que debemos saber hacer desde el principio. Es una de las cosas básicas. Y un poco más adelante veremos los pasos a seguir para planear una clase.
Antes de la clase
Todas las clases, sean del tipo que sean necesitan un trabajo previo. Cosas que debes preparar en casa para que luego tengas que improvisar lo menos posible. Un profesor debe saber improvisar, pero mucho mejor si no tiene que recurrir a ello.
- Marca unos objetivos: para llegar a un lugar tienes que saber dónde quieres dirigirte. Marca los objetivos a corto, medio y largo plazo. Piensa dónde quieres llegar en cada clase, en cada trimestre y, por supuesto, en cada curso.
- Material: un profesor debe tener siempre una caja de herramientas. Una cantidad de recursos inagotables, debes tener algo preparado para cada momento. Imagínate que llegáis a un tema que le aburre a tu alumno, empiezas a explicarlo como siempre haces pero no hay manera de que se concentre, se está quedando dormido.Si en ese momento te sacas de la manga un juego o un vídeo que tenías preparado, triunfarás.
Durante la clase
Existe una serie de consejos que puedes aplicar en cada clase y en todo momento. Una serie de cosas que tienes que tener en cuenta para que el desarrollo de la clase fluya y le saques el máximo partido.
- Explica de forma sencilla y clara: debes hacer que todo el mundo entienda lo que estás explicando. Aunque creas que tu alumno es muy inteligente, a veces los discursos complejos cansan. Habla de la misma forma que habla tu alumno.
- Deja que el alumno se exprese: es muy importante escuchar lo que piensa tu alumno. No solo sobre sus dudas de la materia, también sobre aquellas cosas que le preocupan, así podemos saber qué cuesta más y que le resulta más fácil.
- Corrige en clase: mandar deberes y corregirlos fuera de la hora de clase puede ser algo cómodo para los profesores. Pero es más productivo corregir delante del alumno y que éste vea los procesos. El camino es igual de importante que la meta.
- Explica la dinámica de la clase: antes de entrar en la materia de cada clase tienes que tomarte tiempo para explicar cómo va a funcionar la clase. Por ejemplo, qué ejercicios vais a hacer, cómo los vais a corregir, los temas que vais a tratar y si quieres que el alumno participe o no. Es importante firmar una especie de contrato verbal con el alumno donde las reglas queden claras, así cada uno define su papel y luego no hay confusiones.
- Se transparente: sobre todo con tus objetivos. Tiene que ser algo en lo que trabajéis profesor y alumno. Si le dice a este dónde quieres llegar, puede que lleguéis juntos con más facilidad.
- Cercanía y liderazgo: intenta trabajar en este equilibro, entre ser cercano y empatizar y a la misma vez tener una cierta distancia entre alumno y profesor. No puedes olvidar que eres una figura de autoridad, pero a la misma vez tus alumnos no pueden ser solo personas a las que les obligues a hacer algo.
- Conversa: plantea la clase como una conversación y no un monólogo. Anima a tu alumno a que hable de forma natural. Pregúntale cosas, aunque no tengan que ver exactamente sobre el tema, aunque solo sea su opinión sobre aquello que estéis estudiando.
- Haz pensar: una de las ventajas que tiene ser profesor particular es que puedes hacer cosas que no se pueden hacer una clase con muchos alumnos. Intenta fomentar el pensamiento crítico de tu alumno. Si das clases de matemáticas y solo habláis de números es normal que se acabe aburriendo, habla con él de aquellas cosas que le interesa más allá de las matemáticas.
- El tono es un arma: juega con la formalidad y la informalidad para provocar en el alumno atención. Si estás explicando algo de una forma seria y de momento empiezas a hablar de una forma más informal por un momento, captarán la atención del alumno. Esto da ritmo a la clase y es lo que te diferenciará del resto.
Después de la clase
Cuando un profesor se va de la clase el alumno debe seguir aprendiendo. Para eso debemos hacer una serie de cosas o bien fuera de clase o bien para que nuestro alumno trabaje fuera de esta.
- Evalúa de forma continua: es importante evaluar el proceso. Es una forma de evaluar más justa y más productiva, además de ser algo que los profesores particulares pueden hacer especialmente ya que están en mayor contacto.
- Trabajo autónomo: deja que tu alumno trabaje solo. Tienes que fomentar el trabajo de éste, no sólo transmitir conocimientos, también dar herramientas para que encuentre él mismo la información necesaria.
- Mantén el contacto: hoy tenemos la posibilidad de tener una relación más estrecha con nuestro alumno y debemos aprovechar esto. Si podemos atender, dentro de lo lógico, a nuestros alumnos el mayor tiempo posible obtendremos mejores resultados. No olvides que el aprendizaje no se debe quedar en las horas de clase y tenlo en cuenta cuando calcules cuánto debes cobrar.
¿Cómo planificar el desarrollo de una clase paso por paso?
Si llegamos a clase, nos sentamos con nuestro alumno, abrimos el libro de texto por el tema que toca y empezamos a improvisar lo más seguro es que la clase sea un completo desastre.
Debemos tener claro todos los pasos que hay que dar en una clase y saber qué vamos a hacer en cada uno:
- Marca los objetivos: es el paso previo, como ya se ha dicho antes, si los objetivos los marcamos con nuestro alumno mucho mejor. Debemos hacerlo fuera del horario de clase aunque luego le dediquemos unos minutos a hablarlo abiertamente, debes responder a la pregunta ¿Qué va a aprender mi alumno hoy?
- Explica la dinámica: lo primero que debemos hacer en el momento en el que empiece la clase es ver los contenidos que vamos a ver en la sesión y la forma en la que lo vamos a hacer. Así tu alumno puede mentalizarse un poco.
- Llamada de atención: comienza la clase y debes llamar la atención de tu alumno. Cuando se dan clases magistrales una buena idea es comenzar con una anécdota, en el caso de las clases particulares es buena idea poner un vídeo, comentar algo curioso relacionado con el tema o tener una pequeña conversación interesante.
- Evaluación previa: una vez que hayas creado el ambiente de la clase intenta averiguar qué sabe tu alumno del tema que vais a ver. Si das clase de refuerzo es probable que tu alumno ya sepa algunas cosas antes de dar la clase, por eso es importante saber el punto de partida.
- Personalización: cuándo averigues qué cosas sabe y cuáles no, podremos personalizar el contenido. Es importante transmitir al alumno la idea de que cada clase está diseñada para él. Podemos tener una serie de posibles temas y cosas que queremos que aprenda y después de la evaluación previa vamos seleccionando los mejores para cada alumno.
- Transmite el mensaje: todo profesor debe explicar el contenido. Hazlo de una forma creativa y llamativa. Se realista y no pienses que la atención de tu alumno es infinita, plantea explicaciones cortas con bastante espacio para que pueda intervenir.
- Responde a las dudas: llega el momento de intercambiar información. Mantén una conversación con tu alumno sobre aquellas cosas que no entienda bien e intenta averiguar sus impresiones e inquietudes.
- Refuerza lo aprendido: si no hay ninguna duda apunta aquellas cosas que crees que son más difíciles de aprender y comprueba si lo ha hecho o no. En este momento tenéis que hacer ejercicios para reforzar lo que acabáis de ver y que se retenga de alguna forma. Detente aquí todo el tiempo que necesites.
A parte de todo esto, uno de los consejos para dar clases particulares es tener siempre un plan B. Puede que todo lo que hayas planeado falle en algún punto, nunca sabes lo que puede pasar en cada clase, así que ten siempre distintas alternativas.
Todos los alumnos que buscan clase
Imagínate que das clases particulares de refuerzo de física, y un día llegar a clase a tu alumno le han puesto un examen sorpresa para el día siguiente sobre un tema que aún no habéis dado. Tienes que tener un plan de emergencia para este tipo de situaciones y por ejemplo tener una serie de ejercicios preparados.
Lo importante es que te pongas en todas las situaciones posibles y hagas un plan para cada una. A fuerza de mucho planear acabarás sabiendo improvisar, pero eso es algo que solo se gana con la experiencia.