Hoy en día, probablemente más que nunca, lo digital invade todos los ámbitos de nuestra vida, y por supuesto, el yoga no puede encontrarse ajeno a esta creciente digitalización.
Contamos con infinidad de plataformas y recursos en Internet, muchos de ellos gratuitos, para que podamos hacer la práctica desde casa o desde el sitio que escojamos, sin necesidad de desplazamientos y en el horario que más nos convenga.
Sin duda, practicar yoga online, ya sea con un profesor en clases privadas, en una plataforma o con videos gratuitos, presenta una serie de ventajas; nos permite ahorrar tiempo, decidir la duración de la clase y el momento de la sesión. Nos facilita, en muchas circunstancias de la vida, el poder continuar con la práctica, aunque sea de manera virtual. Pero, además de las facilidades, también nos encontramos con algunas desventajas. En este artículo, analizamos algunos de los pros y contras de practicar yoga a través de una pantalla.
1. En cualquier momento y lugar
Una gran ventaja es la comodidad de practicar en nuestra propia casa, evitándonos así el tener que desplazarnos. Podemos practicar en nuestra habitación cuando aún estamos con el pijama puesto, en el salón de casa, o tal vez en un parque o en la playa. Si estamos de viaje, quizás queramos estirarnos en la habitación del hotel para recuperarnos después de un largo día, o hacer una práctica de Yoga Nidra en la cama para poder dormir si tenemos insomnio. Podemos aprovechar una pausa en el trabajo para hacer una práctica que nos refresque y nos dé energía a lo largo del día. Las posibilidades son infinitas.
2. Compromiso y motivación
La libertad que nos permite este tipo de práctica, puede resultar también una desventaja. Cuando pagamos una cuota en un centro o estudio de yoga, podemos asumir como una “obligación” el asistir a las clases y sacar partido de nuestra inversión. Sin embargo, en el momento en el que practicamos solos, es fácil postergarlo por otras actividades, o sucumbir a la pereza o el cansancio. El hecho de practicar en grupo normalmente supone una motivación extra y nos enriquece.
Como cualquier otra actividad, el yoga requiere de constancia y compromiso para que podamos avanzar y también disfrutar de todos sus beneficios. El hecho de programar, por ejemplo, nuestras sesiones semanales, puede ayudarnos a mantener viva la práctica y sostenerla en el tiempo. Podemos ir estableciendo pequeños objetivos, formar parte de alguna comunidad de yoga online para poder compartir con otros o buscar algún compañero con quien practicar juntos para ayudarnos a mantener la motivación.
3. Una gran cantidad de opciones
Otra ventaja del yoga en línea, es el enorme abanico de posibilidades que ofrece. Nos permite tomar clases con profesores de todo el mundo, con los cuales difícilmente podríamos tener una clase en directo; elegir el estilo e incluso la duración de la práctica, y participar en conferencias y talleres especiales. Con tantas opciones, podemos elegir la sesión según nuestra necesidad del momento; tal vez necesitamos una práctica de yoga restaurativo, después de un día estresante en el trabajo; un flujo vigorizante para activarnos por la mañana, o una clase terapéutica para aliviar el dolor de espalda.
4. Malos hábitos
Si tenemos poca o ninguna experiencia en yoga, es probable que necesitemos ayuda en la corrección de las posturas para poder aprender correctamente la técnica y así sacar el mejor partido de la práctica. Existe el riesgo de incurrir en malos hábitos posturales que se prolonguen en el tiempo si no contamos con alguien que nos corrija directamente. Muchas veces las instrucciones verbales no son suficientes para comprender la manera correcta de colocarse y un pequeño toque, por ejemplo, puede ser de inmensa ayuda. Para poder tener un buen progreso en la práctica, evitar lesiones y sacar todo el partido a las posturas, necesitamos desarrollar la escucha corporal y muchas veces, contar con un profesor con experiencia, que sepa guiarnos e indicarnos la técnica correcta para cada postura, así como corregir los malos hábitos que podamos haber desarrollado.
5. Sugerencias para practicar Yoga online
Si eres completamente nuevo en la práctica del Yoga, es recomendable tomar algunas clases presenciales para poder aprender la técnica correcta, al menos, de las posturas más básicas.
Un instructor en persona, podrá ver tus fortalezas y debilidades y ayudarte a experimentar cómo se sienten las posturas cuando están hechas de manera adecuada. Es importante tener esta referencia para luego continuar con la práctica online y que sea efectiva.
También es importante desarrollar una buena escucha corporal, conocer nuestros límites y saber parar cuando nuestro cuerpo nos indica (con un dolor punzante, por ejemplo), que una postura no es adecuada para nosotros y debemos encontrar una alternativa.
El Yoga en línea ofrece varias ventajas que lo convierten en una opción muy atractiva, pero en mi experiencia como profesora, no deberían sustituir por completo a las clases presenciales, donde podemos disfrutar de la energía del grupo, y tener la ayuda y el soporte que nos permitirán avanzar en la práctica.
Si elegimos hacer yoga a través del ordenador, podemos plantearnos, al menos de vez en cuando, participar en alguna clase presencial y así motivarnos y seguir mejorando nuestra práctica. Hay muchas opciones a nuestra disposición.