Aprender chino implica unirse a una comunidad de más de 1.100 millones de personas que comparten esta lengua en todo el mundo. ¿Sabes lo que esto significa a nivel académico, laboral o social?
Exacto. Multitud de oportunidades en todos los ámbitos de la vida. Trabajo, educación, residencia, vacaciones…
El sistema más rápido y efectivo para aprender el idioma es apuntarse a clases particulares de chino.
Un maestro de clases particulares de chino puede diseñar un itinerario formativo personalizado para ayudarte a aprender chino desde cero y paso a paso o para ampliar tus conocimientos.
A continuación compartimos toda la información que necesitas para empezar con tus clases de chino.
¿Por qué aprender chino?
Aprender chino puede aportar múltiples beneficios. Conocer una cultura milenaria, viajar al país para profundizar en sus costumbres, acercarse a su literatura, cine o música… Estas son algunas de las ventajas de recibir clases particulares de chino.
- Mejorar tus competencias laborales y acceder a un puesto de trabajo mejor remunerado: Cada vez son más las empresas que solicitan perfiles que dominen el idioma chino. En una selección de personal, si tus aptitudes son similares a las de otros candidatos, aprender chino podría ser el elemento diferencial para que te contraten.
- Porque no es tan difícil de aprender como te han contado: Es cierto que necesitas recibir bastantes clases particulares de chino para llegar a dominar el idioma, pero conseguir hacerte entender y comprender a tu interlocutor no es tan complicado si haces caso a las enseñanzas de tu maestro de chino.
- Vivir y trabajar en china: Un curso de chino puede abrirte las puertas a un mercado laboral en el que el sector tecnológico, el marketing y la administración y dirección de empresas demandan continuamente talento experimentado. También puedes utilizar las clases particulares de chino como puente hacia el país nipón para trabajar en el sector turístico.
Encontrar maestros particulares de chino
Para poder aprender chino es imprescindible que encuentres un maestro o maestros de chino con experiencia en la enseñanza del idioma. Estas son las tres alternativas más accesibles para conseguirlo:
- Maestro de chino a domicilio: Dependiendo de la ciudad en la que te encuentres, podrás contratar un maestro de chino que se desplace a tu vivienda para impartir la clase. Es una buena alternativa si no te apetece desplazarte, pero corres el riesgo de que no encuentres tutores cerca de tu lugar de residencia.
- Academias de chino: Las academias de clases particulares de chino utilizan una metodología testada para garantizar el aprendizaje de los estudiantes. Muchas de ellas tienen en sus plantillas maestros de chino nativos que pueden facilitar tu comprensión del idioma.
- Clases de chino en línea: Una de las alternativas para aprender chino más de moda en los últimos tiempos son las clases en línea. Los maestros en línea de chino imparten sus clases a través de plataformas de videoconferencia como Skype o Zoom. Los estudiantes se conectan a la hora acordada para practicar conversaciones, resolver dudas o utilizar herramientas de trabajo colaborativo como Google Drive con su maestro de chino.
Tips para aprender chino
Si quieres optimizar y acelerar tu aprendizaje, además de las clases particulares de chino puedes utilizar algunas estrategias como las que compartimos a continuación. Aquí tienes algunos tips para aprender chino.
- Busca series o películas en chino: El objetivo, sobre todo si estás tomando clases de chino nivel iniciación, no es que comprendas las conversaciones, sino que te acostumbres al ritmo y al tono de las voces.
- Utiliza listados de palabras, números y expresiones básicas: Uno de los secretos para aprender chino es no perder la motivación. Para ello necesitas ver resultados, y al principio no siempre es sencillo. Pero si tienes cerca algunos listados con palabras básicas como saludos, números, colores o incluso nombres, puedes practicar tanto la pronunciación como la escritura y verificar que estás avanzando con tus clases particulares de chino.
- Una aplicación para practicar chino: Un buen complemento a las enseñanzas de tu maestro de chino es descargarte alguna aplicación como “Hello Talk”. Se trata de una plataforma diseñada para estudiantes de chino nivel medio-avanzado. Se parece mucho a WhatsApp. Te registras, introduces el idioma y empiezas a chatear con otros estudiantes de chino. Si te pierdes en la conversación puedes utilizar su traductor simultáneo.
- Clases de Chino en Youtube: Aunque no son tan eficaces como las clases particulares con un maestro de chino, en YouTube puedes encontrar cursos gratis de chino en los que reforzar tu aprendizaje. Consulta siempre con tu maestro de chino para que te haga recomendaciones personalizadas según tu nivel.
Cómo sacarle partido a las clases particulares de Chino
Para poder obtener el mayor rendimiento de tus clases particulares de chino es imprescindible que te conviertas en una persona organizada, que seas constante en tu aprendizaje y que lleves a la práctica todo lo que te enseñe tu maestro particular de chino.
- Estudia chino todos los días: No importa si tienes clase de chino o no. Refuerza tu aprendizaje a diario y reserva por lo menos media hora cada día para aumentar tu nivel. Conseguirás dominar el idioma en mucho menos tiempo del que te imaginas.
- Sé participativo en las clases de chino: Tanto si has elegido la modalidad de clases de chino a domicilio como si te has apuntado a una academia de chino en tu ciudad, una de las mejores técnicas para acelerar tu aprendizaje es participar activamente en las clases. Pregunta las dudas, participa en los foros, habla sin miedo a equivocarte, pide a tu maestro de chino que te comparta recursos y herramientas que te ayuden a mejorar…
- Crea un calendario de estudios: Organiza tu tiempo para aprender chino en torno a un calendario de estudios en el que incluyas los horarios de las clases particulares de chino y objetivos a corto, medio y largo plazo. Reserva un lugar para estudiar chino en casa y deshazte de cualquier elemento de distracción durante las horas marcadas para el aprendizaje.