"Se enseña por amor a los demás y se aprende por amor a la verdad" No soy religiosa pero respeto mucho a San Agustín como filósofo más que como un santo.
Creo que esta frase representa muy bien la forma de ser de un docente. Dar clases no es vomitar todo lo que sabes para que tus alumnos te admiren, es querer que el otro aprenda. No hay nada que me generé mayor satisfacción que ver a mis alumnos contentos cuando se dan cuenta de que saben lo que hasta ayer les parecía imposible.

Se aprende por amor a la verdad. La verdad nos hará libre dicen, en realidad es el conocimiento. No podemos decidir conscientes cuando nos falta información. Saber nos permite vivir con libertad.

Descubrí mi vocación de enseñar a los 21 años, cursando la tecnicatura cuando mis compañeros me pidieron que les enseñé a construir un robot para aprobar la materia. En 2017, llevé a mis alumnos de un club de ciencias a competir en Irlanda. Enseñe a los docentes a utilizar los robots que mandó el gobierno. Trabajé en los colegios dando talleres de robótica y en un Instituto enseñando a los adultos mayores a usar Office.
En 2018 inicié mi propio centro para enseñar a niños, jóvenes y adultos sobre tecnología en todas sus formas.

Si estas inquieto por aprender, no dudes en contactarme. Voy a estar a tu lado, compartiendo todo lo que sé con la mejor onda.