Siempre se toma en cuenta el estado presente para determinar los objetivos de la práctica.
El eje de la misma es la observación de la respiración en el movimiento y en la quietud.
Las distintas posturas están orientadas para tener mayor movilidad articular, fuerza y flexibilidad. Esa alianza se mantiene para respetar el equilibrio que el cuerpo necesita para evolucionar.

Se inicia con la observación de la respiración, una breve meditación estática para concentrar la energía y luego se desarrollan los asanas (posturas) de acuerdo al nivel del o la practicante.
Siempre con el respeto que la particularidad de cada cuerpo merece, lo que busco es ampliar el límite de cada practicante, encontrar dónde se encuentran los desafíos para empoderar el espíritu y la mente mediante la práctica física.
Mi deseo es acompañarte brindando toda mi experiencia en este camino maravilloso del cuerpo.

Namaste!