Me gusta enseñar la Historia a través de métodos sencillos y didácticos para que el alumno pueda aprenderla de manera amena, limitando un poco más la teoría para poder complementarla con ejemplos, juegos y material audiovisual de apoyo. La dinámica de la clase consiste en una introducción sencilla y resumida donde el alumno pueda entrar en contexto al tema, para posteriormente entrar de lleno al contenido, dejando un espacio al final para la reflexión y la comparación de lo que se vio en clase con el mundo actual, así como para la elaboración de mapas conceptuales y lluvia de ideas principales que servirán de repaso. Mi experiencia en la impartición de clases en Bachillerato me ha ayudado a reforzar la parte creativa de la enseñanza y, sobre todo, me dio el aprendizaje de que el conocimiento no viene únicamente del docente, sino que la participación y aportación del alumno es parte esencial para que las clases sean fructíferas. Creo que lo más importante que puede hacer un docente por su alumno no es únicamente transmitir conocimiento, sino ayudarlo a reflexionar y analizar con mayor profundidad nuestro entorno y sociedad con respecto a lo que se enseña en las clases, en este caso, en la Historia.