El conocimiento histórico es una ciencia que se vale de distintas herramientas metodológicas para su comprensión. El historiador pretende acercase a ese conocimiento del pasado de la manera más objetiva posible, verificando y contrastando fuentes, pero también valiéndose de la imaginación como una herramienta fundamental para interpretar el pasado. Creo que el conocimiento histórico nos permite comprender muchas de las causas y las consecuencias de los procesos y acontecimientos en el tiempo; pero también nos permite reflexionar desde nuestro presente e imaginar futuros donde el bien común sea una constante. Creo que la historia la hacen los seres humanos, con sus defectos y sus virtudes, con su sueños y sus pesadillas, con su ambición y su soberbia, pero también con el corazón y la buena voluntad, de modo que en mis clases siempre vemos la presencia humana con sus fallos y sus aciertos. Y con el azar y lo inesperado, porque así es la vida y la historia, a fin de cuentas, es vida. Así que en mis clases, vemos arte, cultura, tecnología, ciencia, personajes, acontecimientos, gastronomía, sociedad, política, economía, porque de eso y más se compone el discurrir de la historia. Nos valemos de mapas, pinturas, fotografías, literatura, ensayos, cartas, monumentos, restos arqueológicos y todo artefacto cultural que nos ayude a acercarnos al pasado. En este espacio dialogamos, convocamos a la curiosidad y le quitamos lo serio al estudio del pasado. Es un poco de lo aprendido en mis casi 30 años de experiencia en divulgación y enseñanza de la historia. Imparto clases de regularización para estudiantes de todos los niveles.