Daniel Garcia Perez

Como asesor legal con amplia experiencia profesional, especializada en derechos inmobiliarios para Proyectos de Infraestructura Energética, debo conjugar conocimientos en Derecho Civil, Agrario, Procesal Civil, Notarial, Registral y Juicio de Amparo, además del analisis y cumplimiento de diversas disposiciones administrativas reguladoras del sector de la Energía, y del giro corporativo en general.

Con quince años de experiencia legal, puedo asegurar categóricamente que es difícil apreciar desde el aula la práctica jurídica de la vida real, pues una elaboración de un contrato no se limita a señalar el tipo de contrato de que se trata y sus elementos esenciales de existencia y validez, sino que requiere un análisis de los antecedentes y presupuestos necesarios para requisitarlo debidamente. Además, no se debe confundir este contrato como un fin en si mismo, pues su objetivo es prepararse para cualquier contingencia futura.

Participar de manera inmersiva en una industria como esta, requiere una comprensión interdisciplinaria de las diferentes áreas de la ciencia jurídica, y cómo impactan en la adecuada adquisición de derechos para el cliente, y en la preparación y ejecución de la defensa de estos.

Un juicio no solo se gana por como se redacta una demanda, sino que desde la manera en que se logra la adquisición del bien juridico que se defiende es que se han preparado las condiciones legales para evitar atentados ilegítimos a la esfera jurídica del defendido.

Por otro lado, conocer el procedimiento contencioso sería inocuo, si no se tiene claridad sobre los alcances del bien jurídico que se pretende defender, pues justamente el estudio minucioso de las figuras jurídicas permite oponer vehementes y convencidas excepciones, defensas y alegaciones ante los reclamos de cualquier tercero.

Del mismo modo, ante la falibilidad humana de las autoridades jurisdiccionales, es necesario entender claramente el objeto materia del juicio para saber cuando estamos ante un legítimo requerimiento legal o ante una petición judicial arbitraria e ilegal.

El abordamiento integral de todo lo anteriormente expuesto, produce como resultado la elevación de los estándares lógico-jurídicos de todo aquello en cuanto el abogado tiene participación, destacando de entre aquellos que se conforman con lo mínimo posible, sin que alcancen a comprender la temeridad e imprudencia de su actuación.