La clase de Historia se organiza con el propósito de responder a un problema, se plantean los objetivos generales y específicos de la sesión. A partir de los conocimientos previos del alumno, ya sea sobre la vida o un tema estudiado previamente, se introduce a algún tema histórico a estudiar. Los temas pueden ser sobre Historia Mundial, Historia de México, métodos de investigación, técnicas de recolección de datos, estudios sobre archivos, fuentes bibliográficas y hemerográficas.
Después de un análisis y una reflexión teórica se concretiza en alguna propuesta de interpretación para terminar con un producto documental o actividad que lleve a la profundización. El análisis puede llevar a una discusión sobre los elementos históricos del tema. La teoría es importante incluirla en clase para tener una perspectiva amplia del hecho histórico y conocer de forma amplia el objeto de estudio.
Ahora bien, el estudio de la Historia no solo busca el conocimiento o la información, sino que, después de una interpretación se lleve al plano de la propuesta hacia un problema presente. Esta dinámica busca que la enseñanza sea significativa para el alumno. A partir del método histórico se forma una forma crítica de la realidad al plantearse preguntas sobre lo sucedido y aportar propuestas de discurso que ayuden a mirar el presente de otra manera.
No es un trabajo fácil ya que exige disciplina, y mucha lectura. Además, una actitud de disponibilidad y paciencia para lograr cada objetivo. La lectura y redacción de textos es importante en esta clase, ya que el alumno puede mejorar su aprendizaje al acercarse a autores y tratar de explicarlos y aplicarlos a una situación particular.