Desde el 2014 me he dedicado a la docencia, en la que me he enfrentado con obstáculos tales como indisciplina en clases, desinterés en la asignatura puesto que hace falta la disciplina de leer cualquier dispositivo, así como distractores que surjan en las sesiones, que pueden ser desde físicos -teléfono móvil, algún suceso que ocurra en el aula- hasta de ánimo y/ o emocionales de cada estudiante...
Desde el 2014 me he dedicado a la docencia, en la que me he enfrentado con obstáculos tales como indisciplina en clases, desinterés en la asignatura puesto que hace falta la disciplina de leer cualquier dispositivo, así como distractores que surjan en las sesiones, que pueden ser desde físicos -teléfono móvil, algún suceso que ocurra en el aula- hasta de ánimo y/ o emocionales de cada estudiante que influyan en su desempeño académico.
Gran parte de mis alumnos han sido a nivel bachillerato, aunque francamente en los grupos de dicho nivel he tenido estudiantes adultos que han expresado su deficiente hábito de lectura y de apreciación artística. Al tener un conjunto de estudiantes de distintas edades, identifico que las clases se enriquecen mediante las diversas opiniones.
Mi enfoque es por competencia, en el que incluyo lecturas, análisis de películas y cortometrajes y de textos literarios. De igual forma, escucho atentamente a cada alumno y me dedico en sacar adelante a todos los estudiantes para que tengan el gusto y apreciación por leer e interpretar el entorno social.
La materia de literatura, al ser una asignatura interdisciplinaria - por su apertura en el estudio de cualquier situación social que acontece - también se interesa por mejorar la habilidad verbal, esto es la ortografía, redacción de textos escritos y el entendimiento de gramática básica.
Por medio de este enfoque, el estudiante descubre sus habilidades y los mejora a lo largo del curso. El estudiante es autocrítico y perfecciona el análisis de cualquier situación social y artística.