Las clases están diseñadas muy bien estructuradas, claras y de fácil entendimiento. Asimismo, la información es de alta profundidad y se conduce a las y los estudiantes a realizar un proceso crítico y analítico en el revisión y apropiación de la información recabada.
Garantizando de ese modo un conocimiento de alta calidad y de gran aplicabilidad.
Ahora bien, del lado didáctico. Las clases son dinámicas, amenas, interesantes y significativas.
El método de cada una consiste en primero explorar los conocimientos del grupo (o de la persona) con respecto al tema dado para ver de dónde partimos, de ahí se hace un engarce con los conocimientos técnicos y prácticos a abordar, siempre buscando la generalización y transferencia de los mismos.
Ya en la recta final siempre se realiza un estudio de caso a través del cuál se busca hacer un repaso de los contenidos vistos, fortalecer las reflexiones realizadas y aplicar una lógica de resolución práctica. Con el objetivo de apropiarse de los nuevos saberes e instrumentarlos para la intervención en contextos reales.
Cómo broche de oro, se realiza una retroalimentación sobre el ejercicio de análisis elaborado con la intención de reforzar lo aprendido y para que a través de la recuperación de los aprendizajes exista realmente un aprendizaje significativo.
De igual forma, se deja abierto un canal de comunicación (ya sea por correo o vía WhatsApp) para aclarar dudas que puedan surgir en lo sucesivo.
Vale resaltar, que este método lo utilizó tanto en los cursos en contextos organizacionales como formativos (formales o informales) logrando eficacia y eficiencia.