Cuento con diez años de experiencia impartiendo clases particulares de inglés durante este tiempo he notado que hay personas que sólo necesitan sentirse en un ambiente cómodo para poder perder el miedo al idioma, ya que me han compartido que en un salón con más de 25 persona no obtienen la atención que requieren y en algunas ocasiones terminan su clase con más dudas que con las que llegaron.
Cuento con diez años de experiencia impartiendo clases particulares de inglés durante este tiempo he notado que hay personas que sólo necesitan sentirse en un ambiente cómodo para poder perder el miedo al idioma, ya que me han compartido que en un salón con más de 25 persona no obtienen la atención que requieren y en algunas ocasiones terminan su clase con más dudas que con las que llegaron.