Para impartir la clase, es importante el ambiente en el que se da la clase y la disposición que tenemos para aprender, como maestro, procuro que el ambiente de la clase sea siempre de armonía, es fundamental para poder trabajar tanto el estudio como las tareas. Eso he aprendido en mis poco más de 5 años como maestro particular. En lo personal, soy un maestro que no tiende a regañar a sus alumnos, porque considero que los niños entienden sólo con decirles las cosas de forma directa y tranquila.
Siempre procuro analizar con anticipación el contenido que los alumnos están necesitando para así poder darles un contenido mucho más fácil y digerible para ellos, propongo situaciones de la vida real hacia los problemas y procedimientos matemáticos que se requieran para que los niños puedan comprender mucho más fácil. Busco enseñar el procedimiento para la resolución de problemas, se explica paso por paso y después, me sumo al alumno para poder resolver otros problemas y al final compruebo el conocimiento aplicado dejando que el alumno trabaje por su cuenta algunos ejercicios, y al mismo tiempo poder pulir la técnica que se emplea en los ejercicios.
Las clases siempre las imparto de manera personalizada, es decir, me adapto a las necesidades de cada alumno y vamos de acuerdo a su ritmo, esto hace a que al alumno se le haga muchísimo más fácil poder comprender lo que se le explica, y como la atención es personalizada, no hay otros tiempos o ritmos más que los del alumno