He estado puliendo mi metodología desde el inicio y considero que es algo en constante evolución. Sin embargo, desde el principio se ha basado en las necesidades y objetivos del estudiante. Todo parte con el estudiante planteándose un objetivo lo más tangible posible (leer un libro concreto en inglés, ver una película específica, poder dar una presentación en inglés, etc.) Desde ahí vamos desco...
He estado puliendo mi metodología desde el inicio y considero que es algo en constante evolución. Sin embargo, desde el principio se ha basado en las necesidades y objetivos del estudiante. Todo parte con el estudiante planteándose un objetivo lo más tangible posible (leer un libro concreto en inglés, ver una película específica, poder dar una presentación en inglés, etc.) Desde ahí vamos descomponiendo esa meta en cada vez pasos o desafíos más pequeños que podamos ir logrando poco a poco, mientras de paso vamos reforzando cualquier contenido o elemento del idioma que haga falta, alineados además con los intereses personales del estudiante.
Además, teniendo en consideración elementos de neuroeducación (buscando aprender de una forma que sea eficiente para el cerebro) es que la clase también involucra el concepto de "recreos cerebrales" o pausas activas para poder refrescar al cerebro y recargar baterías antes de poder continuar, con el fin de que la clase no se siente pesada para el estudiante.