Cada persona es distinta, así que cada alumno tiene un método y ritmo propio, mi tarea es, junto con el alumno, lograr encontrar la manera adecuada para su aprendizaje y sobre todo para el disfrute de su ejecución en el instrumento de su elección. La música es una experiencia realmente hermosa, ya sea que uno se dedique profesionalmente o simplemente como pasatiempo, cada minuto dedicado a ella s...
Cada persona es distinta, así que cada alumno tiene un método y ritmo propio, mi tarea es, junto con el alumno, lograr encontrar la manera adecuada para su aprendizaje y sobre todo para el disfrute de su ejecución en el instrumento de su elección. La música es una experiencia realmente hermosa, ya sea que uno se dedique profesionalmente o simplemente como pasatiempo, cada minuto dedicado a ella será recompensado de una u otra manera. Lo único que siempre voy a exigir de mis alumnos es paciencia, paciencia con ellos mismos ya que es el principal ingrediente para progresar, pues si el alumno no se tiene paciencia, sobre todo si está iniciando en el quehacer musical, será más fácil que abandone con el primer obstáculo, después está la disciplina para estudiar, el tiempo necesario, el cual dependerá de cada alumno pues hay personas que con diez minutos al día pueden progresar y hay otras que, como yo al inicio, necesitan algunas horas de práctica para poder controlar sus dedos. La gente usualmente cree que aquellos que hacemos música somos superdotados, que nacimos con ese talento, sin embargo, como decía uno de los más grandes músicos de la historia, Ludwig Van Beethoven: "El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación."
Si has llegado hasta aquí agradezco los minutos dedicados a la lectura de las palabras de este loco soñador que quiere compartir la felicidad y la paz que la música le ha traído.