Las matemáticas son para mí muy gratificantes al momento de aprender. La comprensión de los conceptos es fundamental para poder aplicarlos en diferentes problemas. Por esta razón, la idea de la clase será comenzar dejando una imagen clara de los conceptos necesarios para comprender el tema, después se explicarán algunos ejemplos para afianzar el concepto y su aplicación, y así poder pasar a resolver problemas buscando que el estudiante practice con el apoyo de un servidor. De esta forma, la clase se enfoca tanto en el aprendizaje del estudiante como en su autoconfianza para resolver problemas. En mi experiencia, existen otras formas de explicar un tema, con sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, una manera muy común se reduce a explicar cómo se resuelve una operación y pasar directamente a poner al alumno a resolver problemas. Esto tiene como ventaja la rapidez con la que el alumno aprende las operaciones. No obstante, tiene por desventaja que de una forma igual de rápida se olvida de las operaciones. Otra manera es explicar exclusivamente el concepto al alumno y saltarse la explicación de su aplicación en los problemas para poner ejercicios directamente y dejar que el alumno los resuelva sin importar cuánto tiempo tarde. Esto tiene la desventaja clara de la lentitud del método, mientras que la ventaja es que es seguro que el alumno no va a olvidar la forma de resolver un problema, aunque pueda ser frustrante para el alumno. Es por esto que un buen equilibrio de concepto, aplicación y ejercicios me parece la forma adecuada para que el estudiante aprenda y retenga la información.