Más allá de las actividades conocidas, como la realización de ejercicios o de presentaciones orales, existe un gran abanico de posibilidades para que el alumno pueda aprender. Estas nuevas oportunidades y tipos de metodología fomentan la participación y ayudan a alcanzar un nivel de aprendizaje más profundo.

Por ejemplo, una de las nuevas metodologías colaborativas y autónomas para los alumnos es el ABP o Aprendizaje Basado en Proyectos. En este tipo de metodología, el docente plantea una pregunta y es el alumno, junto con sus compañeros, quien toma un papel activo para poder buscar información y valorar distintas soluciones antes de escoger la más adecuada
La tecnología nos permite crear recursos interactivos en línea, que ayudan a los alumnos a aplicar los conocimientos en un entorno con respuestas automáticas