Profesor con más de 30 años de experiencia en la docencia.
Sumando a mis carreras previas el idioma francés, siempre con el afán de aumentar conocimientos, quiero trasmitir a otros el deleite por aprender un nuevo idioma. En este caso la del amor y del conocimiento: el francés.
Esto puede parecer un imposible para personas que hace tiempo no se dedican al estudio, o para quienes viven en la vorágine del trabajo cotidiano. “Ya no soy un joven para aprender”, muchos repiten.
Quiero mostrarles a quienes quieren sacarle a la vida el mayor provecho, que una de las cosas que a cualquier edad puede lograrse es aprender una lengua. El francés es una de las diez lenguas más difíciles para estudiar, dicen los que investigaron sobre el tema. Pero dando pasos pequeños, sin prisa y sin pausa, se tiene la gratificación de alcanzar aprendizajes que te van a sorprender en no mucho tiempo.
Mi manera de enseñar es justamente la gradualidad, adaptada a cada estudiante, con un plan sistemático ordenado y lógico, en donde la teoría se combina permanentemente con la práctica en clase y algunas tareas para el hogar.
El cursado no supone más gastos que los del arancel por cada clase o ciclo, según la opción del alumno. Pueden tomarse clases de una hora semanal, o más, a criterio de la persona. Yo indico siempre comenzar con una hora semanal, y una vez conocido y experimentado el método de trabajo, poder aumentar la carga horaria, si el alumno/a lo demanda.
Una manera de acrecentar la interioridad del ser humano es el estudio. Y estudiar una lengua puede ser una hermosa combinación de placer, cultivo personal, conocimiento de otra cultura, acercamiento a otros modos de pensamiento y de ver la realidad. En definitiva, una excelente inversión desde todo punto de vista.
Si tenés más de 18 años, estaré gustoso de recibirte y guiarte paso a paso en el manejo y disfrute de la lengua francesa.
Au revoir !