El taller de teatro para niños o jovenes debe contribuir a su afirmación como persona proporcionando la seguridad en si mismo (auto imagen: Reconocimiento de sus capacidades, limitaciones, necesidades; la visión de si mismo ante el grupo en relación con la visión colectiva de su individualidad). Además ofrecer al niño la posibilidad de reflexionar sus experiencias, es decir, traducirlas en anális...
El taller de teatro para niños o jovenes debe contribuir a su afirmación como persona proporcionando la seguridad en si mismo (auto imagen: Reconocimiento de sus capacidades, limitaciones, necesidades; la visión de si mismo ante el grupo en relación con la visión colectiva de su individualidad). Además ofrecer al niño la posibilidad de reflexionar sus experiencias, es decir, traducirlas en análisis de sí mismo y del mundo que lo rodea, también estimular el placer por el descubrimiento, explotación, exploración y ejercicio lúdico de su expresividad (vocal, gestual y corporal.) y sobre todo proporcionar en el juego de la improvisación, las condiciones dramáticas, que permitan manifestar su creatividad, imaginación, fantasía e inteligencia y hay que insistir en animar su sentido crítico participando como espectador activo en puestas en escena dirigidas al público infantil.