Soy estudiante, tengo 18 años.
Me describo como una persona: responsable, paciente, amigable, madura, atenta, confiable, proactiva, comunicativa y educada.

Para impartir clases, no me enfoco en un solo método de estudio, ya que este dependerá del alumno, y como más cómodo se sienta; mi objetivo es ser un apoyo extra para su aprendizaje, rectificando y practicando lo que han visto en clases, así como ayudar a resolver dudas que se presenten en su día a día, siendo una persona que les transmita confianza para explayarse y expandir sus conocimientos sin miedo a ser juzgados, porque, la verdad es que varias veces nos da pena preguntar en clase; además de buscar lograr un mejor desempeño en habilidades escolares, lingüísticas y de comunicación.

Ahora bien, recuerdo que de mis mejores etapas escolares, fue la primaria y secundaria, posteriormente me di cuenta de la importancia de obtener el conocimiento básico que te imparten en estos niveles escolares, para progresar y tener buen desempeño en los siguientes (bachillerato y universidad).
Además, logré muchos avances con maestros particulares jóvenes, quienes me ayudaron a rectificar mis conocimientos en diversas materias, lo cuál, incrementó la calidad de mis tareas, mi comprensión sobre los temas y mejores calificaciones; sin olvidar mencionar que como infante, en ese momento me encantaba la idea de ser apoyada por alguien que tiene un nivel académico más alto que yo, pero que aún no ha olvidado cómo es ser un estudiante, y que además, con mucha paciencia, te brinda distintos métodos de estudio que ha puesto en práctica para poder desarrollar de mejor manera tu conocimiento.

Siendo estudiante, compañero, y apoyo de estudio, he notado, que lo más importante, antes de empezar a estudiar, es reconocer el estilo de aprendizaje de cada alumno (auditivo, kinestésico, visual, etc), para así no someter a un momento de frustración y que el infante realmente aprecie el proceso de estudio y adquiera un gusto por el aprendizaje.