Para tocar el piano es importante disfrutar. No importa la edad que tengas, sólo hace falta estar dispuesto a explorar el instrumento y explorar tus sentimientos. A medida que vamos recorriendo el mundo sonoro de la interpretación musical, vamos descubriendo un mundo fantástico que tiene que ver con la propuesta del compositor, su historia, su tiempo en el que hizo esa obra, y qué me resuena a mí...
Para tocar el piano es importante disfrutar. No importa la edad que tengas, sólo hace falta estar dispuesto a explorar el instrumento y explorar tus sentimientos. A medida que vamos recorriendo el mundo sonoro de la interpretación musical, vamos descubriendo un mundo fantástico que tiene que ver con la propuesta del compositor, su historia, su tiempo en el que hizo esa obra, y qué me resuena a mí como alumno. Vamos adquiriendo una destreza física, pero esencialmente un gran recurso para poder comprender las emociones contenidas en cada obra musical. La función del intérprete es recrear la obra. Es darle vida a través de sus propios sentimientos y miradas.
En el caso del niño pequeño, descubre el mundo sonoro que lo rodea, y le permite ampliar su percepción externa y sonora.
En el caso del adulto, podrá ver el contenido implícito de cada obra, siendo la dificultad técnica un desafío a resolver.
Dentro de mi propuesta pedagógica musical, la dificultad no es un límite. Es parte de un recorrido en el que se deberá trabajar la paciencia, la disciplina, y la tolerancia a la frustración. Mis alumnos con capacidades diferentes, en el transcurso de estos años, me han demostrado que no existen los imposibles. Lo posible es gracias a la voluntad y a la perseverancia.
El mayor premio en este recorrido es lograr el dominio de una obra musical, no importa si la misma es de nivel básico, medio o alto. El repertorio a trabajar es consensuado entre lo que quiere tocar el alumno y el recorrido que el maestro considera que debe hacer para ir haciendo destreza.