El enfoque en clases personalizadas implica diseñar cada sesión de enseñanza de manera única y específica para satisfacer las necesidades individuales de cada alumno. Este método no solo reconoce al estudiante como un participante activo en su propio proceso de aprendizaje, sino que también garantiza una atención individualizada que se adapta a su estilo de aprendizaje, intereses y ritmo de progreso. La clave radica en entender profundamente las fortalezas y áreas de mejora de cada alumno, utilizando este conocimiento para seleccionar cuidadosamente los contenidos, métodos y herramientas educativas más apropiados.

Desde la perspectiva del profesor, las clases personalizadas requieren una preparación meticulosa y flexible, donde el plan de estudio se ajusta continuamente en función de la retroalimentación y el progreso del estudiante. Esto puede incluir adaptar el ritmo de enseñanza, ofrecer ejemplos y materiales relevantes, así como proporcionar diferentes niveles de apoyo según sea necesario. Además, implica cultivar una relación de confianza y comunicación abierta con cada alumno para comprender sus objetivos educativos y motivaciones personales.

Al personalizar las clases, no solo se optimiza el proceso de aprendizaje al hacerlo más relevante y significativo para el alumno, sino que también se fomenta un ambiente de aprendizaje más inclusivo y motivador. Este enfoque no solo prepara al estudiante para alcanzar sus metas académicas y lingüísticas, sino que también promueve habilidades de autonomía y autoaprendizaje que son fundamentales para su desarrollo continuo fuera del entorno de clase.


Los alumnos pueden rendir sus exámenes en Lenguas Vivas a efectos de conseguir una certificación.