Como maestra y creadora artística, tengo la convicción de que el arte nos ayuda a ser mejores seres humanos y sensibilizarnos con lo que nos rodea, por eso mismo dicha enseña debe partir desde el amor y la paciencia, respetando los procesos de cada uno de los alumnos, simplemente guiándolos y compartiendo el conocimiento, creando así una retroalimentación entre docente y discente, llevando una sesión que transite por lo teórico y práctico.