A través de la enseñanza holística, los alumnos podrán clarificar el qué quiere y para qué lo quiere, permitiéndole cuestionar, explorar, aprender, imaginar, crear y actuar en su entorno, personal y social para que sus decisiones y proyectos se sustenten en la integración de lo humano y la razón. Para obtenerlo, la enseñanza se basa en analogías, permitiendo que el alumno, con su experiencia, pue...
A través de la enseñanza holística, los alumnos podrán clarificar el qué quiere y para qué lo quiere, permitiéndole cuestionar, explorar, aprender, imaginar, crear y actuar en su entorno, personal y social para que sus decisiones y proyectos se sustenten en la integración de lo humano y la razón. Para obtenerlo, la enseñanza se basa en analogías, permitiendo que el alumno, con su experiencia, pueda diseñar no sólo alternativas para enfrentar situaciones actuales, sino que pueda contar con los medios capaces de congregar la participación e inclusión social de forma sistemática para desarrollar, en el corto y largo plazo, futuros deseables y posibles, generando soluciones para las diversas problemáticas de su colonia (barrio), municipio y país.
Al final del curso, los alumnos podrán desarrollar una visión consensada a corto y largo plazo, lo que se traduce en una forma diferente de poner en práctica los conceptos e ideas que han estado presentes en el desarrollo de la humanidad, concretamente en el pensamiento filosófico y con ello, los alumnos habrán pasado de una inteligencia individual a una inteligencia colectiva integradora, con la finalidad de contribuir a una forma alterna de convivencia social y desarrollo holístico de la persona.
Finalmente, la metodología está sustentada en un aprendizaje solidario, basado en la experiencia (Dr. Luis Benavides), lo que produce un cambio de paradigmas en los alumnos para resolver problemas a partir de una visión consensuada e integradora que favorece el cuestionar, explorar, aprender, crear y desarrollar las capacidades para innovar y fomentar la participación social como un hábito de vida. De manera que el alumno es un gestor de conocimiento y participación social sistemática, permanente, lo que se traduce en una forma de vida, en una forma diferente de hacer ciudadanía solidaria.