Mi experiencia en ámbito de impartir clases, abarca desde el gobierno municipal, empresarial y a nivel bachillerato; siendo este último en el cual me desarrollo mejor, dado que son los adolecentes -contrario a la creencia generalizada de son unos "rebeldes"- los que más curiosidad tienen sobre todos los temas que les rodean. No soy el clásico profesor que se para frente a los alumnos, y comienza...
Mi experiencia en ámbito de impartir clases, abarca desde el gobierno municipal, empresarial y a nivel bachillerato; siendo este último en el cual me desarrollo mejor, dado que son los adolecentes -contrario a la creencia generalizada de son unos "rebeldes"- los que más curiosidad tienen sobre todos los temas que les rodean. No soy el clásico profesor que se para frente a los alumnos, y comienza a leer hasta el aburrimiento. Todo lo contrario, me gusta involucrar las personas haciendo que estas pregunten hasta que sus dudas queden satisfechas, o acrecentar las mismas para que sean ellos mismos los que se conviertan en investigadores y desarrolladores de su "yo intelectual". Me gusta tratar de derribar tabúes, mitos y demás creencias que sólo son una barrera para fortalecer "eso" que hace interesante cualquier tipo de materias, entre ellas obviamente las enfocadas al pensamiento científico. Hoy día los libros, si bien son una herramienta útil, considero que la moderna biblioteca de Alejandría (la red mundial de información) es una mega herramienta que no ha sido explotada correctamente en la formación educativa, no sólo en las escuelas públicas, sino en las empresas que intentan desarrollar a su personal en beneficio de las mismas empresas. Para concluir, en cada escuela en la que he dado clase, mis ex alumnos han solicitado que siguiera dando clases (no sólo de mi materia) dado que les ha gustado la forma en que les trato y les hablo como personas responsables, y no como un alumno que sólo está ocupando un lugar.