Me interesa que mis alumnos se sientan involucrados e interesados con las problemáticas filosóficas propuestas en las clases con el fin de que se sientan capaces de desarrollar perspectivas críticas y objetivas. Para lograr esto, es preciso que el diálogo respetuoso y equitativo sea parte medular de las sesiones.
Ahora bien, al tratarse de clases particulares, el diseño del programa se estructura...
Me interesa que mis alumnos se sientan involucrados e interesados con las problemáticas filosóficas propuestas en las clases con el fin de que se sientan capaces de desarrollar perspectivas críticas y objetivas. Para lograr esto, es preciso que el diálogo respetuoso y equitativo sea parte medular de las sesiones.
Ahora bien, al tratarse de clases particulares, el diseño del programa se estructura a partir de los intereses y/o gustos del alumno. Es decir, ya sea que se elaboren las clases a partir de una perspectiva cronológica de la filosofía y sus temas fundamentales, o a partir de tópicos particulares que pertenezcan a alguna de las ramas de esta disciplina. Esta forma de trabajo me ha sido bastante provechosa, ya que así las clases son dinámicas y no se sienten como un programa rígido a seguir.