Roberto Fierro

¡Hola!

Hace tres años inicié con esta aventura de ser docente de una materia un poco fuera de lo convencional. Tenía miedo y al mismo tiempo una emoción que aún hoy me sigue invadiendo al momento de pisar un salón de clases.

Durante estos años me he dado cuenta que lo primordial para tener un buen salón de clases es generar la confianza desde el primer día con todos los involucrados, desde el alumno hasta el director. Con esta base es como uno puede empezar a crear y desarrollar habilidades que, realmente, pueden llegar a sorprendernos.

Uno de los recursos que utilizo es entablar una charla, conocer al estudiante y saber cuáles son sus intereses con el curso, el cual, puede variar al momento de terminarlo. Una vez de conocer al alumno y de presentarme con el o los alumnos, doy paso a dar la forma en cómo va a llevarse el curso.

Me gusta dividir las clases por dos tipos: para la vida profesional (los interesados completamente en el gremio escénico) y para la vida diaria (los que no necesariamente quieren estar arriba de un escenario, pero tienen la inquietud de encontrar nuevas y mejores formas de comunicarse con el otro).

Ahora bien, tanto a nivel profesional como a "vida diaria" me gusta introducirlos a juegos, ejercicios escénicos y ejercicios de dicción, ya que son básicos para ambas ramas. Una vez cruzada esta fase de introducción, entramos a lo específico que es a lo que vamos a dedicar el resto del curso.

Podemos crear performances, sketches, obras completas, monólogos, en fin ¡Todo lo que quieras! Me gusta mucho reinventar y abrir la posibilidad de que se conozca el teatro como una herramienta para todos y no sólo algo exclusivo para los actores o miembros del gremio artístico.

Soy de la idea de que cualquiera puede ser actor, ya que todos somos capaces de crear arte, sólo es cuestión de ser capaces y abrirnos a hacer cosas EXTRAORDINARIAS.

Espero poder coincidir contigo y crear algo extraordinario.

Te espero.