Tengo una licenciatura en sociología, una maestría en demografía y un doctorado en estudios de población.

Considero tener vocación para impartir clases, porque mi interés es motivar a los estudiantes para desarrollar sus capacidades reflexivas, críticas y propositivas de nuevos conocimientos. El trato que ofrezco es siempre de horizontalidad, pues aprendo tanto como espero que aprendan de mí. Mi forma de enseñanza-aprendizaje no es jerárquica sino de retroalimentación, de expresión de ideas y finalmente del respeto a la diversidad de pensamiento.

La metodología que ocupo para el desarrollo de las habilidades de los estudiantes es mediante el diálogo sobre los temas que les interesan, haciendo preguntas y cuestionamientos para motivar la reflexibilidad y no imponiendo mi pensamiento o ideología. Las clases que ofrezco son dinámicas y prácticas (no monótonas), utilizo la estrategia de ejemplos cotidianos (para contextualizar y facilitar los temas) y también promuevo la participación activa y respetuosa para afianzar los conocimientos, por medio de preguntas y frases que detonen la reflexibilidad y la criticidad de las personas.

La evaluación que ofrezco, es a partir de la satisfacción de los estudiantes por aprender de los temas expuestos y no por una evaluación numérica y mi evaluación personal es haber cumplido con las expectativas de aprendizaje de los estudiantes. Ello no significa que se consiente la carencia de trabajo constante, el aprendizaje se obtiene tanto como el estudiante requiera sostenerlo.

El método que utilizo no es tradicional, pero sí propositivo, siendo guía pero no autoridad.