Privatización a gran escala: el gobierno de Menem ha implementado un programa integral de privatización en sectores clave de la economía, incluidos servicios públicos como energía, telecomunicaciones y transporte. El propósito de estas privatizaciones fue reducir la participación del estado en la economía y fomentar la inversión extranjera.
Apertura económica y liberalización comercial: Menem impulsó políticas de apertura económica y liberalización comercial, impulsó la reducción de barreras arancelarias y facilitó el ingreso de productos extranjeros al mercado argentino. Esto se hizo mediante la firma de tratados de libre comercio y la adhesión a organismos internacionales como el Mercosur.
Desregulación Financiera y Liberalización de Mercados: Durante la administración de Menem, este emprendió reformas destinadas a desregular el sector financiero y liberalizar los mercados alentando la desregulación de los bancos y flexibilizando las restricciones a la entrada de capital extranjero.
Ajustes fiscales y políticas de reducción del déficit: Para hacer frente a la crisis económica que atravesaba Argentina en ese momento, el gobierno de Menem implementó medidas de ajuste fiscal, recortó el gasto público e implementó medidas de austeridad. El propósito de estas medidas era reducir el déficit presupuestario y estabilizar la economía.
Convertibilidad y Política Monetaria: Quizás uno de los movimientos más icónicos del gobierno de Menem fue la introducción del Régimen de Convertibilidad en 1991, estableciendo una paridad fija entre el peso argentino y el dólar estadounidense. Esta política monetaria tuvo como objetivo estabilizar la economía, controlar la inflación y atraer inversión extranjera, pero también generó desequilibrios y vulnerabilidades en el sistema económico argentino.