"Desarrolla una pasión por aprender. Si lo haces, nunca dejarás de crecer.-Anthony J. D’Angelo.

Y esta pasión, que siempre estuvo ahí, empezó a dar cauce a los 18 años,cuando luego de trabajar hasta las 16:30 como Asistente de Gerencia, dedicaba mis horas libres a la enseñanza. Diría "casi gratis" porque el pago era efímero y no interesaba... Interesaba la posibilidad de hacer aquello que me gustaba, aquello en lo que creía.

Estudiar para enseñar fue un placer, casi un regalo. Técnicas varias, métodos diversos. Todos con una misión: transmitir... aprender para enseñar, enseñar para aprender porque aprendemos de todos aquellos a los que pretendemos también "enseñar".

Pero no es sólo eso... ¡No...! Hay también un gusto especial en la preparación de las clases, que para algunos pudiera ser tedioso y "time-consuming" - porque te abstraes pensando en qué es lo que ese alumno en particular necesita y te imaginas su reacción y si eso le servirá y cuánto podrá avanzar...y... y... es un "viaje" de entrega - de tratar de ayudar a quien ha puesto su confianza en tí... ¿muy romanticón? ¿Y qué? así las cosas se viven con más sabor...con pasión.

Cuando los ordenadores aún no eran lo de hoy en día, sumergirte entre muchos libros era fantástico. El maletero de mi automóvil era intransitable. Libros categorizados en todo lo inimiaginable... en aquel tiempo cassettes, luego CD's. Aparatos para pasar videos que hoy por hoy estarían en un museo, antiquísimos programas para aprender vocabulario, gramática y demás que hacían de mis clases algo muy novedoso y moderno en su momento. ¡Cómo ha evolucionado! Hoy das un "click" y ¡se te abren mundos de aprendizaje inagotables!

Pero... "enamorarse"... eso en realidad me sucede con cada uno de mis alumnos. Tengo la suerte de poder ver la virtud en cada uno y es un gozo conocerles, vivir con ellos la experiencia de su progreso, el día a día de su trabajo o estudio. Sus exámenes son los míos y sus desiluciones incluso más grandes para mí. Imposible ser indiferente. Ni quisiera serlo. Es que ser profesora es eso... ayudarles a no tener miedo, enseñarles cómo aprender, soñar, caer, experimentar - participar con ellos de lo que descubren.

Enseñar es aprender y como lo dice el título, "Hemos de desarrollar una pasión por aprender, ya que sin aprender no podremos crecer." Amo aprender con cada uno, aunque la "excusa" sea enseñar. Amo lo que hago, por supuesto. Y doy gracias de que así sea!

Rosa