La llegada del COVID-19, creo una de las peores crisis en el mundo entero, que hizo que la vida de muchos de nosotros dieran un giro de 360 grados, el tiempo que estuvimos encerrados, afecto las vidas de muchas personas, y trajo como consecuencia personas inmersa en cuadros depresivos debido al distanciamiento social. Sin embargo no todo fue negativo, debido a esta terrible pandemia, se tuvo que replantear la manera de como llevar la educacion a millones de personas, niños, jovenes y adultos, que se encontraban encerrados en sus casas.
Tomo auge la educacion online, miles de personas pudieron tener acceso a la educacion, mediantes talleres, cursos, postgrados, pudieron aprender un nuevo idioma, coser, cocinar, tejer, en fin, la tecnologia nos sirvio de medio de escape del encierro y permitio, que una masa grande de personas pudieran educarse sin salir de su casa, con educacion de calidad y muchas veces personalizada.
Las épocas de grandes cambios también generan grandes oportunidades. La disrupción tecnológica llegó para quedarse, y la implementación a escala de la modalidad online a raiz de la pandemia aceleró una curva de adopción de tecnología que ya venía creciendo globalmente. El sector educativo ya estaba repensando sus distintos modelos, cuestiones relacionadas con la educación a distancia, los modelos híbridos, las distintas formas de evaluación, la inclusión de metodologías participativas en cursos presenciales y online, el desarrollo de programas cortos, la vinculación con el sector privado y el sector público, entre otros. Todos estos temas ya eran parte del debate sobre el futuro de la educación.
Considero que depende de la disciplina y de cada estudiante. Hay quienes se sienten mucho más cómodos aprendiendo disciplinas "duras" como matemática y finanzas de manera online, manejando sus tiempos y repasando los contenidos sin presión, mientras otros estudiantes prefieren la presencia de un profesor cara a cara.
Lo mismo ocurre en el desarrollo de habilidades “blandas” como negociación o trabajo en equipo. Así como cada industria debió modificar la forma en que funciona a partir del cambio tecnológico, la pandemia y las distintas tendencias sociales, la educación no está exenta del cambio.
Es por eso que me imagino un futuro donde convivan distintos modelos de enseñanza presencial, clases online tanto en instancias sincrónicas como asincrónicas, el desarrollo de modelos híbridos, etc. Considero que el futuro está ligado a distintas modalidades donde el estudiante está en el centro del proceso educativo.