A veces confundimos el que nuestro hijo saque bajas calificaciones con un bajo rendimiento. No sabemos todo lo que puede estar influenciando su entorno. Antes de nada, comunícate con él, pregúntale. La comunicación es una de las partes más importantes para solucionar las notas bajas.
5 maneras de detectar si tu hijo necesita clases particulares este verano
Una persona es muy variante, de hecho está en constante cambio. Los niños aún no tienen la personalidad firmemente formada y pueden ser muchos sucesos los que produzcan un bajo rendimiento. Tenemos diferentes maneras de detectarlo para poder evitarlo.
-
Lo detecta el profesor: en el momento de la entrega de notas el profesorado suele expresar las materias que el niño debe reforzar. Hay profesorado que concreta tutorías con los hijos antes de la entrega de notas, por lo que pueden haber detectado el causante.
-
Detectarlo por las notas: Si el niño ha suspendido alguna materia claramente es una señal que indica que es lo que se debe reforzar. Si no tiene ninguna suspendida, observa qué materias debería mantener en esa línea. Mediante cualificaciones puedes ver si todas las notas son a la baja, o si ha pinchado en alguna concreta.
-
La falta de hábito o de interés en el estudio: Si tu hijo no tiene una rutina de estudio lo más probable es que no encuentre una motivación para ello. Háblalo con él, pregúntale qué le gusta y a qué se quiere dedicar.
-
Detectarlo por el niño: Pregúntale qué materias le motivan más. En ocasiones no es la materia en sí, sino el profesor el que motiva más a los niños. Comunícate con tu hijo y que te explique qué piensa de sus docentes.
-
Entorno social: Muchos de los niños que tienen un bajo rendimiento académico son influenciados por factores personales. Puede que el niño esté mal influenciado, o no se sienta a gusto en su entorno.
-
Presión académica: Las malas notas también pueden ser debidas a los nervios. En esta ocasión, el niño necesita sentirse seguro en los exámenes, y no hay mejor manera de sentirte seguro que si tu entorno te lo hace sentir.
Qué tipo de refuerzo necesita en verano
Dependiendo de la família se opta por un tipo de refuerzo u otro. Hay dos tipologías, o se opta por reforzar todas las asignaturas por igual, o se espera a la entrega de notas para detectar cuáles son las más flojas.
-
Evita la opción “clases para todo”: Ya que se le estará reforzando unos conocimientos los cuales el niño puede tener de manera independiente en las clases. Si le reforzamos todas las materias puede que no sienta el verano como “descanso escolar” y se sature.
-
Detecta las asignaturas en las que cojea: Durante el curso seguro que ya ha presentado síntomas de déficit en esa asignatura más floja. Habla con tu hijo.
-
Mantén frescas aquellas asignaturas que le cuestan: Aunque no las haya suspendido, siempre hay un par de materias que le cuestan más, ya pueden ser las ciencias o las lenguas. Las clases particulares son idóneas para que no pierda esa base y que se lo tome como un extraescolar.
-
Cambio de la visión de aprendizaje: Hay docentes que son incompatibles con la manera de aprender de algunos niños. En materias como matemáticas puede que únicamente necesite un cambio en el modo de explicación de ciertas fórmulas.
¿Se desaprende en verano?
No se desaprende, pero sí se desentrena. Cuando los niños vuelven del verano tienden a necesitar entre dos semanas y 20 días para refrescar lo del año anterior. Este hecho puede producir que si el profesor no considera necesario repasar los temas anteriores, el niño lo arrastre todo el nuevo curso.
-
Plan veraniego: Podéis montar un horario entre los dos, mucho más light que el de las clases docentes ya que el objetivo es repasar lo ya aprendido sin que parezca una clase convencional.
-
Maneras nuevas de aprender: Pizarras, tizas, horarios… Es normal que un niño se sature de la rutina y la presión escolar. Buscad maneras de aprender que no parezcan una obligación, como con juegos o actividades que le lleven a una recompensa.
-
Clases con compañeros o amigos: Si los niños se encuentran en contexto grupal aprovecharán más el tiempo, y no tendrán una concepción del aprendizaje como un deber sino como algo más didáctico.
-
No debe plantearse como un castigo: Si el niño necesita clases de repaso porque ha suspendido y no para repasar, no se debe plantear en un contexto negativo. No debemos seccionar a los niños que tienen menos de un cinco en una asignatura, se debe plantear como un refuerzo más intenso.
-
Consejo: Es muy importante que tu hijo no perciba las clases de refuerzo como un aspecto negativo. Le podría bajar la confianza y la autoestima, y no se sentiría motivado en esas materias.
Encontrar clases de verano
Seguramente conozcas a un vecino, el hijo de un hermano, o un conocido que imparte clases particulares, suele ser una de las primeras opciones de trabajo en verano de los jóvenes. Si no es el caso, aquí tienes la solución.
-
Tus clases: Si necesitas clases extra, puedes conectar con un profesor tanto de manera online como de manera presencial. Si no tienes manera de desplazarte también encontrarás profesores dispuestos a ir a tu casa. Encuentra al profesor particular que necesites.
Encuentra profesor particular que necesites
-
Classgap: Te ofrece aprender desde casa, a tu ritmo y de la mano de un profesor online. Las clases online que ofrecen no tienen nada que envidiar a las clases presenciales.
-
Anuncios: Fíjate en las paredes de tu barrio. Seguro que hay algún anuncio rupestre de papel, con las tiras de teléfonos colgando. Esta puede ser una buena opción para estudiar presencialmente, ya que si el anuncio está en tu barrio el profesor también.
¿Son buenas las clases en verano?
Las escuelas de verano no solo sirven para reforzar esas asignaturas que a tu hijo le cuesta estudiar. Son una manera de divertirse aprendiendo y de mantenerse ocupado durante el verano. Así tu hijo se mantendrá activo de manera física como mental.
-
Los profesores lo recomiendan: Tenemos un concepto de las escuelas de verano que es erróneo. Sirven para más que para reforzar asignaturas. Los profesores lo recomiendan para que no olviden las bases del curso anterior y para forjar relaciones sociales.
-
Nuevos amigos: Esta es la parte más divertida. Yo aún recuerdo los campamentos de verano, donde por las mañanas aprendíamos inglés y por la tarde jugábamos con los monitores. Es una manera muy divertida de aprender y de que el niño desarrolle sus capacidades sociales.
-
Otros métodos no funcionan: Si tu hijo está cansado de ir a la escuela un motivo puede ser debido a la incompatibilidad entre su manera de enseñar y su manera de aprender. En las escuelas de verano puede encontrar un método nuevo.
-
Reforzar un par de asignaturas: Nunca está de más subir un poco la nota media de la escuela. Ya que se puede divertir aprendiendo, que aprenda.
-
Desconectáis el uno del otro: Unos campamentos de aprendizaje se los tomará como unas vacaciones. Si por lo contrario lo que está recibiendo tu hijo son clases de refuerzo en forma de rutina también lo recibirá como algo positivo, ya que eso le obligará a no estar en casa todo el día.
Clases particulares en verano ¿Presenciales u online?
Este factor depende de los recursos de cada familia. Si la familia no dispone de un ordenador en casa muy probablemente se tendrán que impartir presencialmente. Por contra, si no pueden llevar al niño a las clases tendrán que impartirse de manera online.
Si no tienes ninguna de las facilidades, en Tus clases puedes encontrar profesores dispuestos a desplazarse hasta tu casa.
-
Presenciales: Las clases presenciales son la mejor opción si tu hijo quiere salir de casa. Desconectara del hogar, y separará aprendizaje de tiempo libre.
-
En tu casa: Si por contra, dispones de un despacho o un sitio adecuado donde se imparten las clases, en Tus clases puedes encontrar profesores online que estén dispuestos a trasladarse.
-
Online: Si tu hijo prefiere tomarse las clases como si fueran un tutorial, en su caso lo mejor son las clases online. Es la mejor opción si no quiere quedar presencialmente con alguien que no tiene confianza y dispone de un dispositivo y wifi.
Juegos para aprender en casa
Este paso es muy útil para repasar los conocimientos que ya haya aprendido. De esta manera no se tomará el objetivo del juego como un aprendizaje, sino que percibirá el juego como un juego ya que el máximo de personas serán partícipes.
-
Globos de agua: Ya que es verano, este juego será muy bien acogido por todos los participantes. Es tan fácil como explotar el globo de agua a aquel que no acierta una pregunta de respuesta general. Solo necesitáis preparar una serie de tarjetas aleatorias con 4 respuestas posibles.
-
Para reforzar las matemáticas: Cread un ambiente que le sirva para el cálculo rápido mental. También podéis introducir preguntas de operaciones (entre otras tipologías que no parezca únicamente un juego matemático).
-
Patata caliente: Este juego sirve en cualquier materia, para distinguir sinónimos de antónimos, mejorar los campos semánticos, sumas rápidas, capitales y provincias… Simplemente vais pasando la patata caliente entre vosotros (que puede ser una pelota, un globo de agua…), si el temporizador llega a 0 antes de responder, explota.
-
Geografía: Esta materia es muy flexible para los juegos. Tanto podéis crear un mapa e ir pegando los nombres de los países y capitales, como le podéis hacer una serie de preguntas aleatorias. Si queréis mapas y no los podéis crear, hay una web llamada Didactalia con muchos mapas interactivos.
-
Harina: La idea es que cada vez que un miembro de la familia o amigos responda incorrectamente una pregunta de cultura general se le de un harinazo. Podéis mezclar preguntas escolares con otras categorías como el cine, así será más dinámico.
-
Tipo trivial, repasar de todo un poco: Con todas las preguntas de los mini juegos anteriores podéis crear un macro juego. La metodología será parecida al trivial, pero en este caso el formato casero podrá ser con lacasitos, o si lo preferís con diferentes quesos de verdad!
Después de detectar las carencias educativas, nos tenemos que plantear si realmente es culpa de el tipo de docencia que recibe o una falta de interés por la materia. Hay mil métodos con los que un niño puede aprender, solo necesitamos encontrar el adecuado para cada uno.