Las técnicas de estudio más raras que pueden funcionarte

El momento de enfrentarse a un libro o a una montaña de apuntes es uno de los más complicados y aburridos que existen. Son muchos los expertos que se han dedicado a investigar formas que faciliten el estudio y han encontrado muchas cuya eficacia está demostrada científicamente. Pero ¿y si esos métodos no te funcionan? Hay quienes han probado de todo y aseguran que los consejos que te vamos a dar ahora les han funcionado.

- Asociar temas a sabores. Si eres de los que comen chicles mientras estudia, prueba a cambiar de sabor con cada tema, hay quien asegura que recordar lo que estabas saboreando te ayudará a acordarte de lo que estabas leyendo. Si no te gustan los chicles prueba con otra cosa, caramelos, golosinas, fruta o cualquier cosa que puedas comer en tu escritorio.

- Marcar los descansos de forma divertida. Son muchas las personas que estudian por intervalos, trabajan una hora y descansan unos minutos, según sus necesidades. No dejes que el reloj te marque cuánto debes estudiar. Descansa cada vez que pase el autobús por la puerta de tu casa, cada vez que escuches algún ruido extraño o, si estudias con música, cada vez que suene en la radio esa canción que tanto odias.

- Hablar contigo mismo. Estudiar en voz alta es más común de lo que puede parecer y algunos se atreven a mantener conversaciones consigo mismo con tal aprobar un examen. Puede llegar a ser muy efectivo para asentar concepto, pero cuidado, puede que tus vecinos te miren raro.

- Comer sushi. Algunos expertos aseguran que el pescado es bueno para la memoria, para los amantes de la comida japonesa esto es la excusa perfecta para comer mientras estudian. Puedes usarlo como recompensa después de cada tema que te aprendas.

- Hacer mímica. Relaciona gestos y movimientos con conceptos. Por ejemplo, para recordar que la minería fue un sector muy importante a principios del siglo XX haz como si estuvieras picando piedras mientras tratas de memorizar. Recordar momentos en los que hacemos cosas ridículas nos pueden ayudar.

- Hacer una canción. No hace falta que sepas cantar, no hace falta que sepas componer música, tan solo empieza a cantar en vez de leer y puede que te sea más fácil recordar.

Aunque sin duda las mejores técnicas de estudio son aquellas que se adaptan a cada persona. Atrévete a ser creativo y a inventar la tuya propia. También puedes hablar con nuestros profesores y seguro que ellos tienen muchas otras que enseñarte. No importa la materia ni lo estancado que estés, ellos pueden enseñarte a estudiar lo que necesites.