La elección de una carrera universitaria, es una decisión fundamental que marca la vida de cualquier alumno. Muchas familias, lamentablemente, no cuentan con la información necesaria para brindarles a sus hijos una correcta orientación profesional.
Si estás en ese caso, ya sea como estudiantes o padre interesado en conocer como solucionar este problema, te voy a compartir, 5 preguntas básicas que siempre debemos hacernos a la hora de decidirnos por una carrera profesional.
1-¿ Cuáles son mis fortalezas?
Indudablemente esta pregunta es clave en el proceso de elección. Tener una claridad plena de cuáles son aquellos aspectos en los que más nos destacamos y sobresalimos, nos ayuda a identificar nuestras potencialidades y trabajar muchos más en harás de perfecciónalas.
2- ¿Cuáles son mis motivaciones?
Identificar que nos mueve, que nos hace actuar y tomar acción sobre un determinado proceso o camino a llevar, nos da la medida del por qué trabajamos en función de lograr los objetivos en una carrera.
Muchos estudiantes, a veces, se sientes desmotivados porque sus deseos e intereses personales, no se encuentran recogidos en el plan de estudio de la carrera elegida. Esto afecta, considerablemente en su interés por concluir los estudios.
3- ¿Dónde puedo conseguir la información que requiero para decidirme por una carrera?
El conocer los requisitos de inscripción, los temas a tratar, el periodo de estudio, las asignaturas a dar, los perfiles profesionales, las posibles ubicaciones laborales, las relaciones interdisciplinares con otras ciencias o carreras, entre otras cuestiones, es siempre necesario e influyente en la toma de decisiones.
Muchas carreras se encuentran muy acotadas y delimitadas por su propia área de estudio. Se debe hacer una investigación previa para que el participante pueda decidir entre sus múltiples opciones.
4- ¿Qué me gustaría aportar a mi sociedad?
Casi ningún estudiante tiene la plena convicción, que él, como futuro profesional, va a ser un sujeto activo modificador de la sociedad. Todos y cada uno de nosotros, transformamos la comunidad en la que vivimos. Le aportamos un valor especial y hacemos de ella el lugar deseado por todos. Es nuestro deber aportar, desde nuestros conocimientos, lo mejor para hacer un mundo mejor para todos.
5- ¿Estoy 100% comprometido con mi objetivo?
Este es el dato final que debemos interiorizar todos y cada uno de los estudiantes. Elegir una carrera, abonar los pagos correspondientes para la inserción en ella, realizar las actividades curriculares y extracurriculares, dedicarle tiempo a la investigación, adaptarse a que es un momento trascendental y único en cada una de nuestras vidas y que nos exige el máximo de tiempo en nuestros estudios, es algo que nos cuesta trabajo.
Introducirnos en un nivel de enseñanza que nos exige el 100 por el 100 en cada etapa, a veces resulta frustrante y agotador, pero no debemos olvidar que cada sacrificio merece su recompensa. Al final, vale la pena.