Cuando asistes a una academia de idiomas todos los alumnos reciben exactamente la misma información, usan el mismo material y van a la par del grupo de clases. Si recibes clases particulares de idiomas, el contenido y el ritmo se adaptan a las necesidades de cada alumno. Ambos, como todo, tienen sus pros y sus contras. El camino que escojas depende de los objetivos personales, aunque puedes combinar las dos modalidades.
¿Por qué aprender idiomas en una academia?
En el caso de la academia, tienes la oportunidad de practicar junto a otros estudiantes y aprender de ellos también, y por qué no, aportarle algo a ellos con tu intervención. Sin embargo, cada individuo tiene necesidades diferentes y es posible que en algunas cosas te parezca que va muy lento o ya conoces lo que están trabajando, o que por el contrario notes que necesitas más ayuda con algo.
¿Por qué aprender idiomas con un profesor particular?
Cuando recibes clases particulares, tienes la ventaja de poder enfocarte en aquello que necesites reforzar más, acceder a otro tipo de material adaptado a tus intereses e ir a tu propio ritmo. Además, todo el tiempo de sesión es para ti. Lo que tendría de menos es que no estás interactuando con otros alumnos.
Otra diferencia puede ser la flexibilidad de horarios. Usualmente en la academia lo tendrías más restringido y con las clases particulares es más probable que se ciña mejor a tu disponibilidad, aunque esto depende de los compromisos adquiridos de quien te de clases.
Independientemente de la modalidad que escojas, es importante tener en cuenta que se necesita trabajar fuera de clases en el aprendizaje de cualquier idioma. No basta con asistir a las clases o las sesiones particulares, debe repasarse lo que nos enseñan y practicarlo constantemente.