Estamos a dos semanas de los globales de noviembre y todos los estudiantes están nerviosos. La mayoría ya han hecho algunos parciales, pruebas o controles que les sirven para llevar la materia al día y también como termómetro de lo que probablemente sean los exámenes globales. Es inevitable sentir nervios e inseguridad, pero por otro lado hay que aprender a gestionar el estrés y estar lo más tranquilo posible en las distintas pruebas, ya que un exceso de ansiedad puede pasar factura y dejarnos en blanco.
Aquí vamos a ver algunas pautas que os pueden ayudar a que los nervios no os traicionen.
- Relativiza. Estar demasiado nervisos en los exámenes puede hacer que nos quedemos en blanco, que sintamos temblores, sensación de que se nos olvidan las cosas, etc. Calma. Un examen es sólo una prueba. Hay que aprender a relativizar y no darle una importancia exagerada, ya que eso solo conseguirá deformar la realidad.
- No te juegas la vida. Enlazando con la idea anterior, muchos estudiantes me dicen "es que me lo juego todo". No. No os jugais nada, un examen no es una prueba de vida o muerte, hay que intentar siempre ir a por la nota más alta e intentar tener un buen resultado pero esas ideas de jugarnoslo todo sólo causan más ansiedad.
- Ten la asignatura bien preparada. Parece una idea de perogrullo, pero no lo es. Muchos alumnos no se organizan adecuadamente y dejan la asignatura para los últimos días (u horas) y eso no funciona nunca. El día antes tiene que ser de repaso, con los esquemas y resúmenes de la asignatura.
- No te quedes estudiando toda la noche. No sirve para nada. Los conocimientos necesitan asentarse y no se consigue aprender nada estudiando todo deprisa y corriendo. Lo único que conseguirás será estar al día siguiente agotado y probablente no podrás tener un rendimiento razonable.
- Sí es bueno levantarse antes y repasar. Igual que es nefasto estar toda la noche sin dormir e ir directamente a un exámen, levantarse una hora antes para dar un repaso final, refrescarás ideas y te ayudará a resolver dudas de última hora.
- Deja preparado por la noche el material que necesites. Es importante que seas organizado/a, deja a la vista tus apuntes, libro, bolígrafo y todo aquel material que necesites. No pierdas el tiempo por la mañana buscando cosas, ya que te pondrás más nervioso. Lleva siempre dos bolis por si alguno se estropea y no escribe bien.
- No descartes materia. Los alumnos que deciden eliminar algunos temas dependen demasiado del azar. Es cierto que algunas partes las llevaremos mejor que otras, pero nunca descarteis materia pensando que no va a caer o que si es un examen de opciones, como los de la Evau, podreis elegir la otra opción, porque puede que en ese caso ireis al examen demasiado condicionados.
- No jueges a las adivinanzas. No hagas caso de los rumores de pasillo, olvídate de las frases tipo "este profesor repite siempre exámenes, voy a estudiarme el del año pasado", "eso no va a entrar porque ya lo han preguntado en la otra clase". No puedes adivinar el contenido de un examen y la teoría de juegos siempre gana.
- Ten tu propio criterio y ten cuidado con compañeros catastrofistas. En todas las clases siempre hay el típico estudiante que "mete" miedo a los demás: "con este profesor es muy difícil aprobar", "esta asignatura es un palo", "sus exámenes son super difíciles". Ten en cuenta que esas apreciaciones son subjetivas, puede que a alguien no le haya ido bien con ese profesor o esa asignatura, pero mejor no generalizar. Ten tu propio criterio y no te dejes influir por opiniones negativas.
- Piensa en positivo cuando termines el exámen. Es importante analizar el examen, las respuestas y los fallos, pero intenta no darle demasiadas vueltas: ya está hecho. Sólo hay que esperar a la nota. Si tienes más exámenes, céntrate en los que te quedan y no pienses más en la prueba que acabas de hacer. Si tienes suerte y es tu último exámen, ¡relájate!
- Las notas no tienen que darte pánico. Para aprobar y sacar buenas notas, hay que estudiar. Sé regular y esfuérzate, pero ten en cuenta que si te trabajas la asignatura aprobarás...a veces. Otras veces no. Es importante que seas analítico/a, que aprendas de los errores, que te des cuenta de que no todos los exámenes se estudian igual (un test no es lo mismo que un examen de desarrollo), puedes haber trabajado mucho pero haber aplicado mal tus conocimientos al exámen en cuestión. Siempre habrá un exámen que suspendas, no se acaba el mundo. Fallar es un aprendizaje necesario e imprescindible, no solo en las aulas sino también en la vida.
- Por último no olvides que un poco de tensión es bueno, ya que nos estimula y nos mantiene atentos, pero la presión es lo que los demás (y muchas veces uno) mismo echan sobre nuestra espalda, provocándonos un estrés y una ansiedad innecesaria. Es muy importante que entre todos empecemos a desvincular conocimiento con ansiedad, exámenes con nervios, ya que aprender debería ser una aventura apasionante y no un infierno de noches sin dormir y estrés.
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