Es totalmente recomendable incluir la música como asignatura del sistema educativo de nuestros pequeños y jóvenes si queremos que desarrollen con una mayor profundidad sus capacidades mentales y físicas, lo que le permitirá ser más felices y llegar más lejos en sus metas futuras, tanto dentro como fuera del ámbito musical.
Se ha demostrado científicamente que no hay otra actividad que genere tanta actividad cerebral como la de tocar un instrumento. Se producen beneficios en todos los campos cerebrales, lo que automáticamente se transforma en un mejor rendimiento académico general y un mayor desarrollo de todas las capacidades mentales del alumno.
Lo mejor de todo es que no es necesario manejar un instrumento musical con gran precisión o tocarlo durante muchos años para obtener estos beneficios. Tampoco es necesaria una edad determinada, pudiendo servir de ayuda y generando mejorías en personas de todas las edades.
Además, el hecho de manejar el instrumento a través de la destreza física permite también una mejor salud corporal, bienestar físico y mejor coordinación entre cuerpo y mente. La música combina ejercicio mental y ejercicio físico, desarrollando áreas del cerebro que no son capaces de adquirir tal evolución si no se trabajan a través de una actividad como ésta.
La música es salud. Si quieres mejorarla, tengas la edad que tengas y sea cuales sean tus condiciones, no te dejes llevar por la aparente complejidad de ésta y lánzate a mejorarte a ti mismo y a ganar en calidad de vida.