Un profesor particular se enfrenta a muchos retos cada día, es capaz de dar una clase motivadora es uno de los grandes objetivos de cualquier profesor. Un alumno motivado no solo puede cumplir sus objetivos académicos, también consigue aprender de verdad.
Las clases particulares plantean el reto de enseñar cuando nuestros alumnos ya están cansados. Los adultos probablemente las compaginen con su jornada laboral y los más jóvenes después de muchas horas de clases. El desafío de motivar es doble.
- Haz que le interese. Puede llegar a ser difícil, pero todos podemos llegar a interesarnos por cualquier cosa si buscamos un enfoque. Interésate por sus gustos, aficiones o inquietudes y relaciónalas con la materia. Usa en las clases sus referentes, sus ídolos musicales o aquellas personas a las que admiren. No pierdas de vista aquellas cosas que están de moda. Aunque pueda parecer mentira puedes establecer conexiones entre ese tema de biología que no entiende y su youtuber o serie favorita.
- Aprovecha la cercanía. Juegas con la ventaja de que es una clase personal, no trates de comunicar como lo harías para un gran grupo. Si tus clases tienden a una conversación informal tus alumnos se sentirán más cómodos. Relájate todo lo que puedas sin olvidar que eres el profesor. En un ambiente distendido y cercano tu alumno puede sentirse más cómodo y puede presentar cierta simpatía por la materia.
- Actividades y juegos. Tienes que ser consciente de que eres alguien que va a impartir una clase cuando tu alumno ya lleva todo un día de actividades, ya bien sea trabajando o recibiendo otras clases. No añadas más aburrimiento a su vida. Puedes permitirte usar técnicas pedagógicas más creativas.
- Enséñale los beneficios de estudiar, más allá de aprobar o labrarse un futuro intenta que entienda los beneficios que tiene aprender la asignatura que impartes. Esto no es un trabajo que dé sus frutos a corto plazo, pero si se lo dejas claro y se lo explicas acabará entendiéndolo. A veces los beneficios de aprender según qué conocimientos no los tenemos claros ni nosotros, reflexiona sobre esto y encuéntralos antes. Si no estás convencido de algo no serás capaz de convencer a alguien.
- Muestra feedback y recompensa el esfuerzo. Crear refuerzos positivos es muy importante para saber que lo están haciendo bien y que deben seguir así. Es algo que otros profesores con más alumnos nos pueden hacer. No lo des por supuesto y no dejes de preguntarte si lo haces. Muchos profesores crean vínculos muy especiales con sus alumnos y llega un momento en el que pueden verlo más como un amigo. La confianza hace que a veces nos olvidemos de apreciar según qué cosas.
Y recuerda que la mejor de las motivaciones la encontrarás manteniendo una buena relación con tu alumno, escuchándolo y tratando de empatizar con él. No olvides nunca que tú también has sido alumno y no te costará saber lo que tu alumno necesita.