Lo curioso es que es precisamente esa apropiada forma de respirar la que nos conducirá al dominio del movimiento del diafragma.
No podemos controlar el movimiento diafragmático directamente, pero podemos servirnos de nuestro abdomen para manejar este músculo.
Cuando realizamos una respiración intercostal nuestras costillas se abren y es entonces cuando debemos controlar que nuestro abdomen quede hacia adentro y un poco presionado, en el momento de cantar una nota muy aguda debemos presionar suavemente hacia abajo. La excepcional soprano Monserrat Caballé indicaba que esta maniobra se asemeja a la presión que realizamos al ir al baño. De este modo encontramos un apoyo firme y el diafragma estará trabajando como soporte de nuestra voz.
Te propongo uno sencillos ejercicios de respiración:
Inspira en 3 tiempos abriendo las costillas y no en el pecho, después suelta el aire en 15 tiempos procurando que las costillas permanezcan abiertas todo el tiempo que puedas. Puedes ir aumentando el tiempo de expiración en 20, 25…
Otro ejercicio interesante si estás empezando: realiza un bostezo amplio abriendo el pecho y subiendo los brazos y abriendo mucho la boca a la vez que presionas el ombligo hacia dentro y levemente hacia abajo. Ambos movimientos deben ser simultáneos.
Es muy importante que seas constante con la práctica de estos ejercicios. Como cualquier disciplina, la dedicación es fundamental. Con la práctica la expiración será cada vez mas larga y sentirás mayor control de tu respiración cuando cantas.